Con una gama un poco más simplificada que el cinco puertas, ofrece un maletero mucho más grande y más espacio en las plazas traseras. Ya disponible desde 22.785 euros.

El Citroën C4 presentó el pasado año su segunda carrocería. Además de añadir una “X” a su denominación para diferenciarla, se estiró el tercer volumen para adoptar las formas de una berlina. Pero, de la misma manera que sucede con el cinco puertas, sin olvidar los toques crossover. Nosotros ya hemos podido conducirlo en una primera toma de contacto y aquí os contamos nuestras impresiones.
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Pese a que comparten la letra “X” en su denominación no tendremos que confundir el estilo y el tipo de cliente que busca nuestro protagonista y el Citroën C5 X. Si bien ambos potencian la imagen crossover tan de moda actualmente, el primero de ellos adopta las formas de una berlina, mientras que el segundo tiene más carácter de familiar.

Comparando ambos Citroën C4 la gran diferencia la encontraremos en la zaga. Ese tercer volumen añadido en el modelo que estamos analizando ha provocado que la longitud crezca hasta los 4,6 metros (24 cm más). Esto, además del tema estético, provoca un aumento en la habitabilidad interior. Por un lado hay un incremento del volumen del maletero, que pasa de 380 a 510 litros y por otro, desde la marca nos contaron que la inclinación de la segunda fila de asientos tiene más ángulo, lo que aporta un mayor espacio para sus pasajeros. Porque la batalla de ambos modelos es la misma.
Explicadas las diferencias, sin olvidar que el Citroën ë-C4 X añade un spoiler en la tapa del maletero para ser más aerodinámico, el resto del coche es completamente igual. Y con esto incluyo al puesto de mando, donde encontramos una completa digitalización con panel de instrumentación y pantalla multimedia de gran tamaño (la My Citroen Drive Plus de 10 pulgadas).

Y como señas de identidad del Citroën C4, el X también hereda elementos destacados para aumentar el confort en marcha de los pasajeros. Uno de ellos son las suspensiones Citroën Advanced Confort, mientras que los otros son los asientos Advanced Confort Seats, que utilizan en su concepción espuma de alta densidad.
Prueba Citroën C4 X: gama y precios
En lo concerniente a la gama, el Citroën C4 X ha simplificado las opciones en comparación con el cinco puertas, pero como nos confirman desde la marca, eligiendo el mismo acabado y motorización el precio es exactamente el mismo, independientemente de la carrocería escogida y con la misma dotación de equipamiento.

Centrándonos en nuestro Citroën C4 X, su tarifa de precios comienza en 22.785 euros, correspondientes al acabado Feel y asociado al motor PureTech de 100 CV que solo está en él disponible. Por encima queda el Feel Pack, muy recomendable pues apenas cuesta 110 euros más que el anterior, y el Shine, que en este caso aumenta 1.700 euros. Esta última tampoco es mucha diferencia y explica porque el 81% de los pedidos recogidos del coche hasta ahora han optado por ella.
Ya que he hablado del motor de acceso de este Citroën C4 X, el PureTech 100 que solo se ofrece con cambio manual, debes conocer también que como alternativa hay otro gasolina más potente, el PureTech 130, pero que a diferencia del cinco puertas solo se oferta con cambio automático. Como extra, en exclusiva en este momento, está el diésel BlueHDI 130, que solo va asociado a la transmisión anterior.

Completa este apartado el Citroën ë-C4 X, la alternativa eléctrica. Aquí me resultó curioso que se utilice en su mecánica la primera que lanzó Stellantis y no la última que ya han anunciado otros modelos de marcas del mismo grupo. Me refiero a la que tiene 100 kW (136 CV) y una batería de 50 kWh para conseguir una autonomía de 360 km. Aunque quizás haya novedades pronto sobre este tema.
Prueba Citroën C4 X: un coche muy español
Como lector de Auto10 ya sabrás que nos gusta apoyar mucho a las empresas y coches que se fabrican en nuestro país. Y en el caso de este Citroën C4 X, al igual que su variante de cinco puertas, sale de las instalaciones que Stellantis tiene en Villaverde (Madrid) para todos los mercados en los que se comercializan.

Pero más allá de este dato, otro quizás más importante es que el 67% de las piezas que componen un Citroën C4 X se han fabricado en España. Distribuidas por todo el territorio nacional pues afecta a Galicia, Aragón, Cantabria, País Vasco, Navarra. Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Cataluña y la Comunidad Valenciana, son en total 136 empresas las que proveen al centro madrileño
Prueba Citroën C4 X: de ruta por Sevilla
Hasta Sevilla nos desplazamos para poder realizar nuestra primera toma de contacto con el Citroën C4 X. Con el buen tiempo por bandera tuve la ocasión de poder conducir un PureTech 130 en un recorrido que tuvo bastantes kilómetros por un entorno urbano, combinados con otros pocos de carreteras secundarias y autovía.

Lo primero que queda claro nada más sentarte en este Citroën C4 X es el gran trabajo y esfuerzo realizado en aumentar el grado de comodidad a bordo. Ya sea por la suspensión o los asientos antes comentados, dan ganas de conducir sin parar hasta el infinito, pues parece que la fatiga no aparecerá en ningún momento. Sobre todo por vías rápidas con curvas amplias, donde se perciben menos los balanceos.
El motor tricilíndrico de este Citroën C4 X responde de forma adecuada a nuestras demandas, pudiendo dar en ocasiones sensación de tener más potencia de la anunciada por el efecto del turbo y el sonido más grave. Creo que encaja muy bien con el funcionamiento de la transmisión automática de ocho velocidades, cuyas transiciones apenas son percibidas por el conductor.
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