Una marca mítica vuelve a ponerse en marcha. Y lo hace con un pick-up grande, muy equipado y con dos mecánicas que no pueden ser más diferentes. He pasado una jornada al volante del nuevo Santana 400 y este es el resultado
Santana vuelve a Linares con un proyecto tangible y ya rodando. El 400 es su primer modelo, un pick-up de doble cabina orientado tanto al trabajo como al uso recreativo. La gama se compone de cuatro versiones: D y DS (diésel) y PHEV y PHEV S (híbrido enchufable).
Los precios arrancan en 29.900 euros para el diésel y 44.700 euros para el híbrido enchufable, siempre antes de impuestos.
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Nada más verlo impone. Con 5,52 metros de largo y casi 2 metros tanto de ancho como de alto, el Santana 400 es grande incluso entre pick-ups.
El frontal cambia según la versión: más sobrio en el diésel, más elaborado en el PHEV. En ambos casos, líneas rectas y un aspecto robusto, de los que no piden perdón por ocupar sitio.La caja ofrece más de 1.100 litros, buenos huecos y un detalle que me ha ganado desde el primer minuto: el pedal retráctil eléctrico junto al portón que facilita el acceso a la caja. Una de esas ideas que te preguntas por qué no existe en todos los pick-ups del mercado.
Interior: práctico y moderno
Al entrar esperaba algo rudo… y me encontré un habitáculo funcional pero sorprendentemente tecnológico. Pantalla central de hasta 14,6 pulgadas, cuadro digital de 10,25’’, mandos físicos para lo importante (¡bien!) y materiales pensados para durar: goma, superficies fáciles de limpiar y ajustes sólidos. Los asientos calefactados y ventilados son cómodos y firmes, ideales para jornadas largas. Detrás, buen espacio y puertas que abren a 90º, una maravilla para cargar cosas o ayudar a subir a los peques. La cámara de 540° con vista de “capó transparente” es uno de esos extras que, en uso real, marcan diferencia cuando el terreno se complica.
Del híbrido enchufable al diésel de batalla
Me subo al PHEV, la versión estrella. Combina un 1.5 turbo de 142 CV con dos motores eléctricos hasta alcanzar 429 CV y 800 Nm. Sí, en un pick-up. La batería es de 32 kWh, anuncia 120 km eléctricos y más de 1.000 km de autonomía combinada. Además, puede alimentar herramientas con sus funciones V2V y V2L de 6 kW. En carretera sorprende lo bien que filtra la suspensión trasera multibrazo, lo poco que balancea para su tamaño y lo rápido que acelera: 0-100 km/h en 6,5 s. Todo esto sin renunciar a 765 kg de carga útil y 3.200 kg de remolque. Los ocho modos off-road permiten afinar el comportamiento según el terreno.
Cambio al diésel y la experiencia es distinta. Aquí manda la sensación de herramienta pura: más ruido, un tacto más clásico y un empuje lleno gracias al motor 2.3 turbodiésel de 190 CV y 500 Nm. Hace el 0-100 en 9,1 s, remolca también 3.200 kg y ofrece una autonomía de 848 km. La versión básica usa ballestas, perfecta para faenas duras. La DS, con muelles y cambio automático ZF, se siente equilibrada para combinar carretera y campo. En la ruta off-road que hicimos el 400 D respondió sin un mal gesto.
Para el día a día y trabajo real, si tuviera que elegir una herramienta fiable, probablemente me quedaría con este diésel DS.
Precios Santana 400 (antes de impuestos)
- 400 D: 29.900 €
- 400 DS: 34.600 €
- 400 PHEV: 44.700 €
- 400 PHEV S: 49.100 €
Equipamiento
Santana 400 D (de serie)
- Faros full LED
- Climatizador bizona
- Acceso sin llave
- Freno de mano eléctrico
- Tapicería PVC
- Pantalla táctil 12,8’’
- Volante multifunción
- Cargador inalámbrico
- 4 airbags
- ISOFIX
- Sensores de aparcamiento
- Monitorización presión neumáticos
- Cámara trasera
- Llantas de 17’’
Santana 400 DS
- Suspensión con muelles
- Cambio automático ZF
- Asientos calefactados y ventilados
- Llantas 18’’
Santana 400 PHEV
- Pantalla 14,6’’
- Tracción 4x4 con reductora
- Techo panorámico
- Railes de techo
Santana 400 PHEV S
- Estriberas laterales retráctiles
- Pedal retráctil de acceso a la caja
- Techo panorámico
- Llantas de 18’’
- Asientos ventilados y calefactados
- Baca portaequipajes
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