La marca alemana va a empezar por el compacto los arreglos que deberá realizar tras protagonizar el escándalo de las emisiones en sus motores diésel.

La Autoridad Federal de Transporte de Alemania (KBA) ha dado luz ver a Volkswagen para que empiece a realizar las reparaciones oportunas, tras comprobar que las medidas presentadas no afectarán a consumos, datos de rendimiento o emisiones de ruido de los vehículos.
El primer coche de los afectados por el escándalo de los diésel que será modificado es el Volkswagen Golf 2.0 TDI BlueMotion Technology. Según datos que maneja la marca, se estima que por Europa circulan 15.000 unidades con este motor, cuyos dueños recibirán en los próximos días una carta para concertar una cita en el taller de la marca que elijan.

Desde la dirección de Volkswagen han argumentado que el proceso se hará de una forma escalonada en distintos grupos para “poder garantizar una aplicación de las modificaciones más eficaz” y que "los próximos coches se anunciarán en breve".
De nuevo Volkswagen ha querido remarcar que los clientes no van a tener que pagar ningún gasto por las modificaciones que sufran sus vehículos y que se les ofrecerá coches de reemplazo por si fuera necesario, también gratis.
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