El renting es una forma de tener coche tras firmar un contrato de cesión a largo plazo. Te contamos los pros y los contras de esta manera de disfrutar de coche.

Pros
- Además de usar el coche, las empresas de renting suelen ofrecer otro tipo de servicios como las tarjetas de combustible con unas condiciones mejores, servicios de recogida y devolución cuando tienes que llevar el coche al taller o pasar la ITV. Además, te despreocupas del mantenimiento del coche ya que los contratos de renting incluyen las revisiones así como los cambios de neumáticos (si lo tienes contratado).
- Cuando finaliza el contrato de renting puedes renovarlo, devolver el coche, o quedártelo pagando el valor que se peritó en el momento de la contratación.
Contras
- Abonar las cuotas hasta la finalización del contrato no te convierten en el dueño del coche. Si te lo quieres quedar, tendrás que pagar una cantidad final. Las cuotas las abonas por el uso y los servicios.
- Casi siempre la empresa de renting te indica a qué taller debes acudir para pasar las revisiones. No puedes “tunear” el coche de ninguna de las maneras ni instalar ningún accesorio sin permiso de la empresa. Para hacer cualquier cosa al vehículo necesitas la autorización de la empresa.
- No puedes cancelar el contrato con antelación y si lo haces, tendrás que abonar una penalización. Si se te ocurre no pagar una cuota, te pueden penalizar e incluso hacerte devolver el coche.

¿Quién puede acceder a un coche de renting?
Pueden acceder al renting empresas o trabajadores autónomos que además se beneficiarán de sus ventajas fiscales.
Las empresas pueden deducirse el 100% de sus cuotas mensuales en el impuesto de sociedades mientras que los autónomos pueden deducirse las cuotas abonadas en el régimen de estimación directa del IRPF siempre que puedan demostrar que los usan para su trabajo.
Tanto las empresas como los autónomos pueden deducirse el 100% de IVA si el vehículo se usa exclusivamente para trabajar o el 50% si también hay uso particular.