Prosiguiendo con los test de conducción automática en tráfico real, Bosch acaba de presentar un estudio en el que se ha preguntado a 760 conductores de coches recién comprados sobre los sistemas de ayuda a la conducción. La conclusión más fuerte es que el 70% acepta la conducción automática siempre y cuando se pueda desactivar.
Pero antes de que la conducción automática llegue al mercado, Bosch espera que pueda ser una realidad a partir de 2020, se ha querido preguntar a los conductores sobre los distintos sistemas de ayuda que existen ahora mismo como el control de crucero o la frenada de emergencia. El estudio revela que la mayoría de los compradores conoce dichas tecnologías y cómo funcionan, aunque no pagarían por ellas si se tratasen de un extra.
En un grado de importancia, los encuestados valoran más positivamente los sistemas de frenada de emergencia tanto a alta velocidad como de peatones y el aviso de ángulo muerto. Por el contrario, el asistente de zona de obras y de atascos con el reconocimiento de señales son de los menos valorados.
¿Qué pasará con la conducción automática?
Con la vista puesta ya en finales de la década, se les ha preguntado a los conductores sobre la conducción automática y más allá del titular antes destacado hay otros aspectos importantes. Por ejemplo, en caso de equiparse de serie la conducción autónoma el mayor miedo de los encuestados es que el sistema falle, por lo que más del 50 % seguiría vigilando el tráfico pese a no conducir. Además, también una amplia mayoría ven este sistema apropiado para rutas en autopista donde la conducción se hace más monótona.
Por último, se les preguntó la forma y cantidad de información que desearían recibir cuando el coche funcionara solo. Un gran grupo pidió que el coche ofrezca como mínimo la misma información que la que tienen actualmente y que a poder ser, se realizara mediante comandos de voz.
