En algunos foros y canales de información oímos hablar sobre el peligro de los coches eléctricos pero, ¿tiene algún sentido esta afirmación?. Lo analizamos

Cuando se empezó a hablar de coches eléctricos, el “pero” que se les ponía al comentar el tema de seguridad era sobre todo en lo referente al sonido. Se le adjudicaba atropellos a peatones porque éstos no les oían llegar. Los primeros ecos llegaban desde Japón en donde estaban surgiendo reclamaciones sobre todo por parte de gente invidente que dependen mucho del ruido de los coches para su segura movilidad. Ante esta problemática, algunos fabricantes, sobre todo japoneses, se pusieron manos a la obra. Y además, de manera divertida: fue el caso de Nissan que planteó la posibilidad de instalar un sonido similar a los de los vehículos de la película Blade Runner en sus coches eléctricos.
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Más allá de este tema de la sonoridad, últimamente también se ha hablado del peso de los coches eléctricos y como esto afecta a la seguridad. La NHTSA, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, encargada de las pruebas de seguridad de todos los coches a la venta en Estados Unidos, ha lanzado una alerta que se centra en el peso de los últimos coches eléctricos lanzados al mercado, especialmente el estadounidense. La jefa de la NHTSA, Jennifer Homedy, mostró su preocupación por los riesgos de seguridad implícitos a los grandes coches eléctricos. Las leyes de la física son claras al respecto: cuanto mayor sea el peso, mayor es la inercia y la fuerza del impacto.
Sí, es cierto que los coches eléctricos son más pesados, pero también los son los SUV, categoría reina, y no se pone en cuestión su peligrosidad. Todos es cuestión de pericia y aptitud al volante. En relación al peso, también ha salido recientemente un estudio británico que dice que esta importante ganancia de peso de los eléctricos podría poner en peligro las infraestructuras de aparcamiento.

El miedo de los conductores
Los dos miedos principales entre los conductores que se puedan platear al usar un coche eléctrico son:
- La ansiedad por la autonomía
- La preocupación por los tiempos de carga
Pero todo esto que os comentamos no tiene nada que ver con lo que hemos visto en un programa de televisión llamado “Ya es mediodía” hablando de “el peligro de los coches eléctricos” porque un usuario había tenido un accidente. Los coches eléctricos NO son peligrosos, en todo caso lo son conductores a los que no se les debería de haber dado el carnet de conducir nunca. A la hora de conducir un eléctrico solo hay que tener en cuenta una serie de parámetros propios de estos vehículos:
- Mantener una velocidad constante
- Usar moderadamente el acelerador
- Aprovechar el sistema de recuperación de energía en frenadas que puede llegar a aumentar la autonomía alrededor de un 20%.

Sabemos que los coches eléctricos tienen todo el par motor disponible, sin embargo, acelerar demasiado brusco consume mucha energía. Por tanto, es mejor aprovechar la inercia y recorrer el máximo de metros posibles sin acelerar. Se calcula que gracias a la regeneración de energía cada kilómetro recorrido sin utilizar el acelerador supone 300 metros de autonomía adicional.
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