Continental presenta en Frankfurt dos conceptos de tecnología que podrían aplicarse a los neumáticos para coches de producción: ContiSense y ContiAdapt.

¿Te imaginas un neumático capaz de avisar al conductor sobre posibles daños o sobre el estado del dibujo en la banda de rodadura? Más difícil todavía: ¿y si el neumático fuera capaz de adaptar no sólo la presión sino también su anchura para adaptar la huella de contacto a las condiciones de la carretera?
Pues todo esto todavía no existe… pero podría existir en breve, si en Continental se deciden a integrar en sus neumáticos en el futuro las tecnologías ContiSense y ContiAdapt que se ha presentado como concepto en el Salón de Frankfurt.
ContiSense: el neumático que siente
En el caso de ContiSense, esta tecnología se basa en las propiedades de los compuestos de caucho con conductores de electricidad integrados, lo que permitiría enviar señales eléctricas desde un sensor que monitoriza constantemente la profundidad y la temperatura en la banda de rodadura a un receptor en el cuadro de instrumentos.

De esta forma, si los sensores registran valores que exceden o superan unos parámetros previamente definidos, el conductor recibe una alerta de forma más rápida que con los actuales sensores que únicamente miden una pérdida de presión. La evolución del sistema pasaría por acoplar distintos sensores de forma que el neumático pueda identificar no sólo situaciones como el desgaste o alguna anomalía, también podría transmitir al vehículo –o incluso a un smartphone, a través de bluetooht– información valiosa sobre el estado de la carretera.
ContiAdapt: el neumático que se transforma
En el caso de ContiAdapt, la tecnología se basa en una serie de microcompresores integrados en la propia rueda, capaces de ajustar la presión de los neumáticos, que además cuentan con una huella de contacto variable. Combinando la presión del neumático con la anchura de la huella se puede conseguir una mínima resistencia a la rodadura (alta presión y huella estrecha), o máximo agarre en situaciones de firme deslizante (baja presión y huella más grande).

Según Continental, tanto la tecnología ContiSense como ContiAdapt podían combinarse en un único neumático para aprovechar las ventajas de ambos sistemas, de forma que según el estado de la carretera (seca, húmeda, baja adherencia) el propio neumático ajustaría la presión y activaría la zona de la banda de rodadura adecuada para adoptar la mejor huella en cada situación.