El Mercedes Clase G cumple 40 años, con mejores capacidades 4x4 que nunca y esa distinción de todoterreno Premium por la que es bien conocido.

La historia de ese ilustre modelo de Mercedes comenzó en el verano de 1969, cuando Daimler-Benz AG y Austria Steyr-Saimler-Punch AG comenzaron a hablar sobre lo provechoso que podría ser colaborar. Fue en 1971 cuando surgió la idea de desarrollar un modelo todoterreno, y es que ambas marcas tenían experiencia en esos menesteres, como bien demostraban el Mercedes-Benz Unimog y los Puch Haflinger y Pinzgauer. El futuro modelo tenía que tener unas capacidades todoterreno sobresalientes, pero debía ser cómodo y manejable sobre el asfalto.
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Corría el año 1979 cuando se presentó oficialmente el modelo 460, perteneciente a la clase G de Mercedes, en Toulon, Francia. Desde entonces se ha fabricado en la planta que Mercedes tiene en Graz-Thondorf.
En un principio se ofreció un interior sencillo para el Mercedes Clase G, que ha sido mejorada generación a generación, llegando a los estándares del último Mercedes Clase G 2019, que podemos catalogar de todoterreno de lujo, con unos acabados y calidades sobresalientes desde la versión más básica. Pero no podemos dejarnos engañar por las tapicerías de piel e inserciones en madera, ya que sus capacidades todoterreno son de las mejores del mercado. Desde la presentación del modelo 460 todas las versiones incluyen tracción total con un diferencial entre ejes bloqueable, y diferenciales bloqueables para cada eje opcionales. Estos últimos se llevan ofreciendo desde 1985.

Para la primera generación del Mercedes Clase G se ofrecían las versiones diesel 240 GD y 300 GD, y las versiones de gasolina 230 G y 280 GE. La carrocería podía ser abierta, Station Wagon cerrado y furgón panelado con los laterales cerrados, y la batalla medía 2.400 o 2.850 mm.