Se llama como el espectacular prototipo eléctrico basado en el R8 que Audi mostró en el pasado Salón de Frankfurt, pero el nuevo e-Tron es una evolución algo más realista, aunque la tecnología sea prácticamente la misma. Audi vuelve a demostrar que los supercoches también están “enchufados” al futuro.
( Salón de Detroit )
El caso es que el nuevo Audi e-Tron presentado en Detroit no es tan grande, ni tampoco potente como el primero. Por ponernos en situación. El “original” medía 4,26 metros de largo, y equipaba cuatro motores eléctricos, uno por rueda, para llegar a los 313 CV. El “nuevo” es mucho más compacto, sólo 3,93 metros. Sigue siendo un biplaza, y su carrocería está claramente inspirada en la del R8. No es casualidad, el sistema de construcción de su carrocería es el mismo, aplicando la tecnología ASF de fabricación ligera en aluminio.
Pero la principal diferencia la encontramos en el sistema de propulsión. El nuevo e-Tron lleva sólo dos motores eléctricos, uno para el eje delantero y otro para el trasero. La potencia total es de 204 CV, lo que permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos. Las baterías ya no van en la parte delantera, sino tras los pasajeros, y el peso total es claramente inferior, pasando de los 1.600 kg del primer e-Tron a los 1.350. Se mantiene la misma autonomía, 250 km, y la posibilidad de recargarse en la red doméstica (tiempo total de recarga de 11 horas) o en postes de recarga rápida, que con 400 voltios y 32 amperios permiten “salir pitando” con estar sólo dos horas enchufados.
Por lo demás, el e-Tron conserva todas las innovaciones tecnológicas que Audi presentó en el primer prototipo, entre las que se encuentran un sistema de calefacción auxiliar que apenas requiere energía, o los frenos electromecánicos, en los que las pinzas delanteras están conectadas a un sistema hidráulico, y las traseras se accionan mediante un mecanismo electrónico “by wire”, sin necesidad de conexión mecánica alguna entre el pedal y el freno.
Exteriormente no hay mucho que decir, salvo que me parece claramente más bonito y menos futurista que el primer e-Tron, aunque no terminan de convencerme esas llantas de 35 radios. ¡Seguro que no hay forma de mantenerlas limpias!