El compacto deportivo norteamericano estrena numerosas soluciones técnicas para aumentar su rendimiento en circuito. Al fin y al cabo, cuando preparas un coche en Nürburgring, el temperamento cambia.

A falta de un restyling, Ford sigue incrementando la gama de su Ford Focus. En esta ocasión, lo ha hecho con una prestacional edición especial, denominada Ford Focus ST Edition. Un coche interesante por sus prestaciones y belleza y no tanto por su interés comercial, ya que en principio no aterrizaría en nuestro país.
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Destaca por mejorar su equipamiento y crear una imagen de sí mismo aún más remarcada, sin dejarse un solo caballo de potencia por el camino, ya que mantiene los mismos 280 CV que lo hicieron popular antes de esta edición.

A nivel exterior, el Ford Focus ST Edition cuenta con múltiples piezas negras que realzan su deportividad. Lo vemos en la parrilla, en la carcasa de los retrovisores o en el spoiler trasero. Se combinan de maravilla con el color que Ford ha elegido para presentar a su compacto deportivo: un azul eléctrico que recibe el nombre de nitro. Para darle un toque extra de ‘rápido y furioso’.
A nivel técnico, el circuito de Nürburgring ha sido fundamental, ya que es ahí donde Ford ha desarrollado el chasis del Focus ST Edition. Además, cuenta con nuevos amortiguadores ajustables cortesía de KW Automotive, que aumentan la firmeza del coche en un 50% y reducen su altura en 10 mm.

Sus llantas específicas de 19 pulgadas se combinan con unos discos de freno muy potentes, de 330 mm delante y 302 mm detrás. Además, cuenta con zapatos nuevos ideales para correr: de serie lleva unos Michelin Pilot Sport 4 S, aunque para los conductores más exigentes, es posible equiparle nada menos que unos Pirelli P Zero Corsa.
Entre otras novedades técnicas, el Ford Focus ST Edition cuenta con una dirección más firme o un diferencial de deslizamiento limitado eLSD para el tren delantero. Aunque quizá lo más interesante esté bajo el capó, con un bloque de 2.3 litros, cuatro cilidros, 280 CV y 420 Nm. Se combina como única opción con una caja manual de seis velocidades.

Estrena un selector de modos de conducción, con el Sport y el Race Track como principales novedades. La idea es que el conductor disfrute aún más de la deportividad gracias estas nuevas opciones. De las dos, Race Track es el modo más interesante, ya que aplaca el desfase del turbo cuando aceleramos, algo que estreno el Ford GT. La pena es que esta innovaciones solo llegarán a España a través de la importación o si Ford, finalmente, decide comercializar aquí este coche tan prestacional.
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