El nuevo Mercedes Clase C destaca por tener un interior muy tecnológico, una rodadura espectacular y una habitabilidad ideal para una familia.

El Mercedes Clase C 2021 estrena una nueva generación que promete ser la que revolucione el segmento de las berlinas medias en cuanto a suavidad, calidad de rodadura y tecnología. Un salto cualitativo espectacular que consolida la transformación que lleva realizando la marca desde hace algunos años.
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Precios del Mercedes-Benz Clase C para España
Motor |
Carrocería |
Potencia |
Emisiones |
Cambio |
Precio |
C 180 |
Berlina |
170 CV |
143-163 g/km |
9G-Tronic |
45.400 euros |
C 200 |
Berlina |
204 CV |
144-163 g/km |
9G-Tronic |
46.975 euros |
C 300 |
Berlina |
258 CV |
152-169 g/km |
9G-Tronic |
55.425 euros |
C 200 |
Estate |
204 CV |
150-168 g/km |
9G-Tronic |
48.525 euros |
C 220d |
Berlina |
200 CV |
148-131 g/km |
9G-Tronic |
48.350 euros |
C 300d |
Berlina |
265 CV |
133-148 g/km |
9G-Tronic |
60.875 euros |
C 220d |
Estate |
200 CV |
135-151 g/km |
9G-Tronic |
49.900 euros |
C 300d |
Estate |
265 CV |
136-152 g/km |
9G-Tronic |
62.450 euros |
Exterior del Mercedes Clase C, deportividad elegante

El Mercedes-Benz Clase C 2021 se comercializa con dos carrocerías, berlina y familiar, algo común dentro de otras generaciones de este coche. Lo que sí observamos es que la elegancia más pura de hace unos años ha dado paso a una apuesta deportiva bastante marcada, incluso en su versión Avantgarde.
Con un capó alargado y una vista lateral bastante coupé, el Mercedes Clase C muestra un aspecto bastante dinámico. Posee una longitud de 4,751 metros en ambas carrocerías, lo que le convierte en un vehículo más largo que el anterior, así como más ancho (+10 mm), con mejor distancia entre ejes (+25 mm) y una altura menor (- 9 mm) para potenciar la deportividad del modelo.

El diseño del Mercedes Clase C varía mucho según cual de las dos versiones a escoger elijamos. Por un lado está el acabado Avantgarde, que apuesta por la elegancia deportiva. Aunque las proporciones son idénticas, apuesta por multiplicar los cromados en parrilla, ventanillas y difusores, además de contar con una parrilla más redondeada. Las llantas son de 17”, con opción de comprarlas de 18”.
Por otro lado, la versión AMG Line, posee cambios especialmente en el frontal, donde la parrilla tiene forma de V invertida (como todos los AMG), además de contar con pequeñas estrellas incrustadas. El paragolpes delantero está ensanchado, con prominentes entradas de aire y llantas específicas de 18 pulgadas, con opción a adquirirlas con 19”.

Detrás, posee unos difusores más marcados y deportivos, además de venir con cristales traseros oscurecidos, aunque de manera opcional se pueden poner totalmente traslúcidos. Desde luego, de las dos opciones, esta me ha parecido la más atractiva, aunque va por gustos, ya que la versión avantgarde es verdaderamente elegante.
Interior: el Mercedes Clase C revoluciona el segmento

Revolucionario. Subirse a un Mercedes-Benz Clase C es una auténtica experiencia gracias a su interior tecnológico, que viene de serie. Es el heredero del Clase S que pudimos probar hace unos meses, una adaptación a un habitáculo más pequeño, aunque con toda la innovación tecnológica que nos trajo el buque insignia de la marca alemana.
Nos encontramos con una pantalla enorme de 11,9 pulgadas colocada de manera vertical en el centro del habitáculo, con el que manejaremos todos los elementos del coche: confort, música, navegación,… Por otro lado, se complementa con un digital display de 12,3 pulgadas que ofrece información con una calidad muy alta.

Todos estos elementos se manejan mediante un volante con mandos capacitivos, aunque todos ellos pulsables, de manera que es bastante sencillo interactuar con los diferentes elementos del coche. Además, es posible poner la navegación en la propia instrumentación para complementar los datos que nos ofrece el head-up display, que comete el error de hacerse casi invisible si utilizamos gafas de sol polarizadas para conducir.
El resto de detalles interiores son fantásticos. Los ajustes son muy buenos, así como el diseño, inspirado en la aviación. Lo vemos en las formas de la consola central, que se abre como dos alas o en las salidas de aire, que tienen forma de turbina.

Los huecos portaobjetos son algo digno de destacar, ya que posee dos compartimentos entre piloto y copiloto, además de un buen espacio en la parte baja de las puertas. A nivel de diseño, todo está orientado hacia el conductor, con el objetivo de hacernos sentir agusto en el coche. Y lo cierto es que lo consigue de forma sobresaliente.
El espacio trasero es bastante bueno para las rodillas, aunque algo justo para las cabezas. En mi caso, mido 1,86 metros y la caída del techo, aunque muy atractiva por fuera, resta cierto nivel de habitabilidad para los ocupantes de la segunda fila de asientos. No es para nada incómodo, pero sí siento que mi cabeza está demasiado cerca del techo.
Por otro lado, el maletero sorprende bastante. Tras un portón, parece que no se va a esconder un espacio demasiado grande, pero engaña: cuando lo abrimos, nos topamos con 455 litros y un espacio con mucha profundidad. Esto es algo que me ha gustado mucho
Gama de motores y cómo va

Es curioso, pero el Mercedes-Benz Clase C no tendrá ni una sola motorización con etiqueta C. Todas las versiones son ECO y Cero Emisiones, gracias a que las motorizaciones gasolina y diésel cuentan con una microhibridación. También desaparecen los cambios manuales: todas las versiones poseen de forma única cambio automático.
Primero, llegarán las versiones C200 (204 CV) y C300 (258 CV) de gasolina, así como los motores diésel C220d (200 CV) y C300d (265 CV). Después, llegarán las versiones híbridas enchufables.

Sobre este último, destaca que Mercedes pretende conseguir una homologación WLTP de 100 km de autonomía gracias a una batería de 25,4 kWh. Una absoluta barbaridad, ya que estas baterías poseen la misma capacidad que tenían las primeras generaciones de coches 100% eléctricos.
Probamos el Mercedes-Benz C220d y lo cierto es que logramos unos consumos bastante buenos. Gracias a su microhibridación, es posible circular a vela y sin revoluciones cuando levantamos el pie del acelerador, lo que se suma a una fantástica eficacia en cuanto a consumos gracias a una buena combinación entre cambio y motor.

El coeficiente aerodinámico, muy trabajado en todos los coches de Mercedes, es maravilloso (0,24 Cx), lo que también le permite ser más eficiente. Aunque la eficiencia no está reñida con la deportividad y el comportamiento dinámico.
Lo bueno de este Mercedes-Benz Clase C es que te permite hacer una conducción de bajo consumo en autovía y al mismo tiempo, divertirse en una carretera secundaria gracias a su eficaz paso por curva. El tacto del acelerador y frenos es muy preciso, así como la dirección, muy bien equilibrada para ofrecer un comportamiento directo y preciso.

El confort de marcha es elevado, gracias a un habitáculo muy silencioso y una caja de cambios muy suave, cuyo trabajo apenas se aprecia durante la conducción. Esto, unido a sus asientos con gran capacidad de modularidad, hacen que realizar un viaje largo con el Clase C se convierta casi en una experiencia religiosa.
Su eje trasero direccional permite además tener más maniobrabilidad en tramos urbanos, ya que gracias a su capacidad de giro de 2,5 grados, aparcar o hacer una conducción ágil en ciudad resulta muy sencillo. A ello hay que sumar una gran cantidad de ayudas a la conducción, muchas de ellas opcionales, lo que permite disfrutar de una conducción deportiva, cómoda y segura.
