Coches clásicos: ¿Inversión, capricho o afición?

Comprando un buen coche clásico puedes hacer que tu afición, sin dejar de ser un capricho resulte, además, una buena inversión. Te contamos todo lo que debes saber de los clásicos y nunca te atreviste a preguntarlo. A ver si te convencemos.

12 + 1 respuestas sobre los coches clásicos

Si te estás pensando en comprar un coche clásico pero tienes dudas, has llegado al lugar idóneo. Repasamos cuánto cuesta tener uno, cuáles son sus mejores características y otras muchas preguntas…

¿Qué es un coche clásico?

Un clásico es un automóvil que por su edad, estado y otras características que ya veremos tiene más valor como pieza de colección que como vehículo de uso y que, además, se presume que ese valor va a mantenerse o incluso puede aumentar.

¿Cuándo un coche es clásico?

Para ser considerado clásico un coche debe tener más de 25 años. Esta es la edad a la que un coche, legalmente, es clásico. Hay puristas a los que 25 años les parece poco y, por ejemplo, no ven como clásicos a un Renault 5 GT Turbo o un Volkswagen Golf II GTi (que lo será en breve). Pero la norma es la norma.

¿Pueden ser interesantes como futuros clásicos coches con menos de 25 años?

Sí. Sin duda un coche puede tener valor como coche de colección antes de llegar a esa edad, ya sea por su exclusividad, prestaciones, rareza o estado de conservación. En estos casos es muy frecuente utilizar la expresión inglesa de “youngtimer”, literalmente algo así como “joven clásico”, pero que más bien quiere decir “futuro clásico”.

¿Qué características aumentan el valor de un clásico?

Son tantas, que merece la pena hacer, aunque sea someramente, un repaso:

• Exclusividad: Coches más caros y de marcas de prestigio son más valorados.
• Rareza: Modelos únicos o fabricados en cortas series son el sueño de un coleccionista. Por ejemplo, prototipos.
• Historial: Un propietario famoso -el Rolls-Royce de los Beattles- o un historial deportivo -victorias en pruebas deportivas de relevancia-, elevan la cotización.
• Originalidad: Un modelo vale más cuanto más próximo esté a como salió de fábrica. Los coches “tuneados” pierden mucho o todo su valor (aunque hay una tendencia, sobre todo en Italia, a valorar coches de preparador o modificados según cánones de la época y con elementos de la misma edad del coche).
• Estado: Ya sea porque está muy bien conservado o muy bien restaurado. Pero, ¡ojo! una mala restauración es contraproducente y resta valor.
• Tipo de carrocería: Los descapotables suelen ser más cotizados que los coupé, los coupé más que las berlinas y así sucesivamente. En ocasiones versiones “break” o “industriales” pueden ser, por su rareza, más cotizadas que las demás (por ejemplo, el caso del Dodge Ranchera).
• El prestigio de la marca y modelo: Hay modelos muy populares, como el Citroën 2CV, Seat 600 o Volkswagen Escarabajo, que son muy apreciados. En ocasiones con modelos concretos, como el caso del Volkswagen Golf GTi por ejemplo.
• Topes de gama. Siempre son más valorados los modelos más altos de cada gama. Por ejemplo, un BMW “E-36” versión 328i será más valorado que un 320i, pero menos que un M.
• Disponibilidad de recambios. Hay marcas que se “toman en serio” a los clásicos y ofrecen recambios de todo o casi todo. En otros casos hay marcas/modelos que, por su interés, es fácil encontrar recambios para ellos fabricados por parte de artesanos (algo habitual en desaparecidas marcas inglesas).

 

¿Vale la pena conservar cualquier coche?

Sí y no. Un buen amigo mío dice que “todos los coches van al cielo” pero, desgraciadamente, no es así de sencillo. Coches modestos, muy maltratados o muy populares, probablemente no compense guardarlos. Puede ser interesante mantener un coche muy popular y bajo de gama porque esté prácticamente nuevo, por ejemplo, pero es una excepción y nunca alcanzará valores elevados. Pero, en general, lo ideal es buscar un coche que tenga algún atractivo especial, como hemos visto en la pregunta 4.

¿Cómo sé que es una buena inversión?

Es relativamente sencillo comprar un clásico que mantenga su valor. Si compramos un coche interesante, en buen estado, a precio razonable y lo cuidamos bien, es fácil que podamos disfrutarlo unos años y venderlo sin perder dinero. Pero si queremos ganar, hay que preguntar, leer, navegar por Internet, y, al final, apostar a que ese coche se revalorice. No es sencillo… pero hay gente que vive de esto.

¿Cómo se si vale la pena restaurar un coche?

Esto es sencillo: Puedes encontrar revistas y Webs de venta de clásicos. Mira los anuncios y te harás una idea del precio de venta que tienen los coches en buen estado. Luego pide presupuesto y haz números.

Y, ¿dónde lo restauro?

Si el coche es una pieza de valor, hay que recurrir a profesionales de la restauración, que en España los hay y buenos (y también en el resto de Europa). Pero no siempre es así, pues existen clásicos muy “asequibles” de manipular, como los citados Citroën 2CV o Seat 600 en los que, si no hay mucho que hacer, no es disparatado acudir a un buen taller o a un concesionario oficial en el que se tomen el asunto con interés. En todo caso, en el tema de la restauración, las prisas suponen más dinero y más quebraderos de cabeza.

¿Qué es un “Instant Classic”?

Otra acepción muy british, se refiere a coches que, ya desde el momento de su presentación, se intuye que van a tener valor como clásicos. Un ejemplo típico de esto es el Mazda MX-5, un coche que nunca ha sido “viejo”, ha pasado de novedad a youngtimmer y luego a clásico.

¿Merece la pena tener un clásico?

Si te gustan los coches, sin duda sí. El mayor problema es guardarlo, una moto clásica cabe en casi cualquier sitio, pero un coche no. Si puedes resolver este inconveniente, no dudes que tener un clásico no supone un gasto disparatado. Hay clásicos de todos los niveles, desde los 800 € que te puede costar un Seat Málaga de Inyección -un coche interesante y muy usable- hasta los 15.000.000 € que se han pagado recientemente por un Ferrari 250 LM, evidentemente, una inversión. Pero las sensaciones de conducción de un clásico no las vas a encontrar en un coche moderno.

¿Hay ventajas legales para los clásicos?

Sí. Muchos ayuntamientos tienen descuentos en el impuesto “de circulación” según la edad de coche, rebajas que llegan a ser del cien por cien. Y si haces las gestiones oportunas –y caras, unos 1.000 euros- para hacerlo Vehículo Histórico, estarás exento de impuestos, pasas la ITV cada dos años y, además, una ITV más razonable para un clásico.

¿Puedo usar a menudo mi clásico?

Depende del coche. Un pre-guerra de 1.930 no lo podrás usar mucho, pero un Alfa Romeo GTV, un BMW 318i E36, un Mercedes SL o un Volkswagen Scirocco, lo puedes usar cada día. Según la edad y la categoría del coche tienes verdaderos clásicos que tienen aire acondicionado, dirección asistida y otros muchos lujos.

Y, en el futuro, ¿me pueden impedir usarlo?

No. Las leyes no pueden pretender que un particular mejore las características de fábrica de un modelo. Es decir, pueden exigir unos niveles de contaminación muy reducidos a un coche nuevo, pero a tu clásico no la van a exigir niveles de emisiones inferiores a los homologados cuando era nuevo.

Eso quiere decir que no, no podrán impedir que uses tu clásico. Otra cosa es que limiten su uso a determinadas zonas: Por ejemplo, en cascos urbanos donde sólo pueden rodar coches que cumplan la normativa Euro5 o sean eléctricos, no podrás rodar con tu clásico… ni con otros muchos coches que no tienen más de cuatro años.