En el polígono de las Hervencias de Ávila se sitúa el centro Cesvimap cuya labor se centra en medir la reparabilidad de los coches que se venden en España y los costes de los arreglos que se derivan después de un choque.
Para ello realizan tres tipos de pruebas de choque a bajas velocidades, entre 15 y 16 km/h, para después reparar los coches y hacer una estimación del tiempo y el coste que tendría todo el trabajo.
Crash Test Delantero
Para realizar la prueba de choque delantera, se precipita el coche en cuestión a velocidad constante de 15 km/h contra un muro fijo indeformable de acero que no absorbe nada de energía. El vehículo impacta en su parte izquierda y dicho muro no es recto, sino que tiene una pequeña inclinación de diez grados.
Las condiciones para todos los coches son iguales, teniendo el depósito lleno, con un lastre de 75 kg (peso medio de un conductor) que viene escenificado por un dummie, con el motor encendido y con la caja de cambios en punto muerto.
Crash Test trasero
En la parte trasera es la barrera la que se mueve (15 km/h) y el coche recibe el impacto. El vehículo se coloca con un ángulo de diez grados respecto a la barrera móvil, siendo golpeado en el lado derecho.
La barrera tiene una altura de 70 cm y pesa unos 1.400 kg, que es la media de tonelaje estimada de los coches que circulan por nuestro país. Al igual que en el crash test delantero, todos los coches deben tener el motor en marcha, con el punto muerto puesto, depósito lleno y el dummie/lastre en la posición del conductor.
Bumper Test
La última prueba a realizar es el Bumper Test en el que choca el coche tanto en la parte delantera como en la trasera contra un muro que tiene apariencia de parachoques. La velocidad esta vez es de 10 km/h.
La barrera de Cesvimap marca la referencia en cuanto a la altura de los paragolpes y tras el choque se puede estimar si esta pieza es segura o por el contrario tenderá a meterse debajo del vehículo transmitiendo más energía al habitáculo de pasajeros.
Con los resultados obtenidos con las tres pruebas, los técnicos de Cesvimap realizan una clasificación dependiendo de los costes de reparación del vehículo para mandar los informes a la aseguradora Mapfre, dueña del complejo.
Otras funciones del Cesvimap
Además de la pruebas de choque, en los talleres de Cesvimap se buscan métodos de trabajo para que los coches queden exactamente igual que cuando salieron de fábrica. Con las conclusiones que sacan, realizan seminarios para darlas a conocer a los talleres y así mejorar su formación.
Gracias a este tipo de trabajo, el centro Cesvimap puede clasificar a los talleres con la etiqueta TQ, que diferencia a aquellos que por su trabajo y métodos de reparación tienen unos estándares de calidad.
Y como parte del proyecto de reparación, todos los vehículos que son testados en las instalaciones abulenses son después vendidos como coches de segunda mano.
Por último, disponen de un centro de reciclaje donde desmontan los coches accidentados y venden las piezas útiles en el mercado de segunda mano. Desde Cesvimap si dejaron claro que este tipo de piezas no se suministran para reparaciones del seguro Mapfre, que siempre ponen las originales.