Nos preguntan en el foro sobre cuál de los dos siguientes SUV o todocamino es más “campero”, el Volkswagen Tiguan en versión Country o el Mercedes GLK con paquete “off-road”. Veamos qué hay que tener en cuenta para elegir un todocamino si piensas salir con él al campo.
( Foro )
Si sólo vas a salir de vez en cuando por pistas en buen estado, alternativas como el 3008, con su sistema de control de tracción Grip Control pueden ser más que suficientes sin necesidad de elegir un tracción total. Ahora bien, si quieres aventurarte en alguna excursión más allá de caminos de tierra, tendrás que elegir un 4x4 sí o sí.
Llegados a este punto, yo le daría prioridad a tres cosas por delante del tipo de tracción: neumáticos, ángulos de carrocería y protección de bajos. Puede que no te lo creas, pero el límite para seguir avanzando lo ponen antes las ruedas que el sistema de tracción integral, así que tendrás que elegir, al menos, unos neumáticos mixtos, pues los específicos de campo resultan demasiado ruidosos y no agarran igual en carretera, y se supone que quieres un todocamino sólo para salir de vez en cuando del asfalto. Por otro lado, los ángulos de entrada y salida son fundamentales si no quieres dejarte enganchado el paragolpes a las primeras de cambio, así como las protecciones para los bajos del motor.


Por eso marcas como Volkswagen ofrece la variante del Tiguan denominada Country, en la que el frontal modificado permite un ángulo de entrada de 28° en vez de 18°, y el de salida es de 31° en vez de 27°, además de incluir la protección para el motor.
A partir de aquí, cuanto mejor sea el sistema de tracción total, o cuantas más ayudas a la conducción, mejor. Ni el Volkswagen Tiguan ni el Mercedes GLK disponen de reductora (salvo excepciones, casi ningún todocamino la tiene), pero ambos cuentan con un sistema de ayuda al descenso de pendientes, que aplica automáticamente los frenos para que el vehículo no supere una cierta velocidad. En el Mercedes esta función es configurable, y permite ajustar la velocidad entre un rango desde unos 5 a unos 20 km/h, aunque esto no supone una ventaja definitiva.
La altura libre al suelo también es muy importante. En este caso es muy parecida en ambos, 19,5 cm para el Tiguan, y 20 en el Mercedes (siempre que en el GLK se elija la versión sin el pack deportivo). Puesto que ninguno lleva bloqueos mecánicos de diferenciales, en este caso la tracción sí acaba marcando las diferencias. El Tiguan recurre al embrague Haldex que llevan los modelos del grupo con tracción 4Motion, que reparte la fuerza del motor en una proporción 90/10 en los ejes delantero y trasero respectivamente, y varía de forma automática el reparto según las condiciones de adherencia. Es un sistema que funciona muy bien sobre firme resbaladizo, pero puede presentar problemas de calentamiento si se le somete a esfuerzos muy duros, como por ejemplo afrontar la subida de una pendiente muy pronunciada.

El sistema 4Matic del Mercedes es algo más completo, con un diferencial central planetario que realiza un reparto inicial de la fuerza del 45 por ciento al eje delantero y un 55 por ciento al trasero, más un embrague bidisco controlado electrónicamente.