
Toyota ha anunciado de forma definitiva que se retira del circo de la Fórmula 1 y que a partir de la próxima temporada, en la que esperamos sea la de la vuelta de Fernando Alonso a lo más alto, ya no competirá en el campeonato del mundo del motor con más prestigio del mundo.
Se podría decir que ya se veía venir, la verdad es que el camino de Toyota en la Fórmula 1 ha sido más bien tortuoso, entraron en el año 2002, han conseguido 13 podios y han conseguido puntuar en 87 carreras a lo largo de estos ocho años en la élite de los deportes del motor.

La principal razón por la que la marca nipona se marcha de la Fórmula 1 es ni más ni menos que la misma por la que en su día se marchó Honda, la crisis económica. Toyota tenía en la Fórmula 1 un foco de contribución y de estudio para los avances tecnológicos y el desarrollo de I+D. Pero está claro que el haber fracasado un año tras otro, consiguiendo únicamente un 5º puesto en el mundial de constructores en las dos últimas temporadas, también es una buena razón de peso para decidir hacerse a un lado. Si en algo se distinguen los japoneses es en que si se meten en algo, se meten para ganar, si no ganan, se hacen a un lado. Además esta claro que los fracasos deportivos desembocan fracasos económicos. Una bola que se ha ido haciendo cada vez más grande y que finalmente ha terminado por destruir al gigante Japonés.

De entre los pilotos que han pasado por la escudería, se podrían destacar a dos: Ralf Schumacher (le hermanísimo del Kaiser) y Jarno Trulli, que ha sido el piloto que más tiempo ha permanecido en la escudería, llegó en el año 2004 y ha permanecido hasta este año 2009, en el que se cierra el telón.
La experiencia adquirida en Fórmula 1, le ha servido a Toyota entre otras cosas para poder desarrollar un vehículo tan apasionante como el Lexus LFA.