La época estival ha llegado y con ella las ganas de salir de viaje. Conoce los elementos a revisar antes de salir de vacaciones y las averías que se pueden producir.

- Pastillas de freno: si ignoras el mantenimiento de este elemento de tu coche, puede derivar en un problema importante de seguridad. Además, se pueden dañar los discos de freno, provocando una avería más costosa. Debes tener en cuenta, que un juego nuevo de pastillas suele rondar entre 80 y 110 € pero, si se dañan los discos, se multiplicará por tres el coste, unos 300 euros.
- Aceite: se trata de una de las partes más importantes de cualquier vehículo, si no se renueva, irá perdiendo cualidades hasta generar problemas graves al motor e, incluso, una rotura.

- Correa de distribución:esta avería puede derivar en una rotura peor, llegando a afectar a pistones, válvulas e incluso culata.
- Líquido de frenos: suele estar expuesto a grandes cambios de temperatura, por lo que un buen mantenimiento es imprescindible. Sirve para lubricar piezas internas de la bomba de freno y, en algunos casos, el regulador. Si el mantenimiento no es el correcto, además de tener problemas a la hora de detener el vehículo a tiempo, incurrimos en un posible daño a la bomba de freno. El cambio del líquido ronda los 45-70 € pero, si se daña la bomba del freno, podría ascender a 600 €.

- Neumáticos: son el único nexo de unión entre el asfalto y nosotros. Recuerda que también se debe tener al día el equilibrado y el paralelo. El precio de una alineación ronda los 50-70 €, pero un juego de dos neumáticos puede ascender desde los 200 a 500 € en función del tipo de neumático y de coche.
- Carga del aire acondicionado: para evitar riesgos al volante, debes climatizar el habitáculo. Antes de salir de viaje, debes revisar el estado del sistema. Una carga de gas ronda los 50-70 euros pero, si no se renueva y se avería el compresor, la factura ascenderá a unos 450 euros.

- Refrigerante: este líquido se encarga de absorber el calor que hay dentro del motor y disiparlas en el radiador. Si no es capaz de realizar este proceso, el propulsor sufrirá grandes daños, desde que se queme la junta de culata o, directamente, gripe el motor. La sustitución suele rondar los 50-70 euros, mientras que una reparación de culata puede ascender hasta en torno a los 2.500 €, en función del modelo.
Ahora que ya conoces los elementos a revisar antes de salir de vacaciones, no corras riesgos innecesarios y reserva cita en tu taller de confianza. Reducirás la probabilidad de avería y/o accidente y disfrutarás de tus días de descanso.
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