¿Te gustaría correr rallyes? ¿Crees que es muy caro? Pues estás en lo cierto, pero… ¿has pensado en correr en Regularidad con un clásico?

Los prejuicios o el desconocimiento de los rallyes de regularidad, para clásicos o no tan clásicos, te puede conducir a alguno de estos tres errores (o a todos juntos):
Primer error: Los rallyes de Regularidad para clásicos no son “rallyes de verdad”
Obviamente, nunca has hecho un rallye de este tipo, que requiere prácticamente la misma organización por parte de los equipos que se hace necesaria en un rallye de velocidad.
Segundo error: No hay que correr
Si crees que no hay que ir rápido, estás equivocado; en Regularidad 50 hay que hacer 50 km/h de media, lo que según el coche y los tramos ya supone ir “ligeros”. En Regularidad Sport, con medias de 65 km/h o mayores, según el coche y los tramos hay que ir “a saco”.

Tercer error: Es muy fácil
¡Ja! Si dices esto es que no te han presentado a mi “amigo” el Blunik, un aparatito con el que acabarás soñando si corres en este tipo de rallyes. Ya te lo digo yo: De fácil, como diría un castizo, “ná de ná”.
¿Es barato correr en Regularidad con un clásico?
Todo lo que tenga que ver con coches y carreras no es barato. Pero estamos ante una de las opciones más económicas de iniciarse en la competición. Ahora bien, como en toda competición del motor, la diferencia entre querer participar y querer ganar puede ser enorme. Nosotros participamos en esta primera experiencia con un Seat 127 cedido por Seat Coches Históricos. Un coche impecable y bien preparado, pero que puedes tener por bastante poco dinero.

Lo más importante es elegir un modelo que se adapte a esto de los rallyes y una unidad que esté en buen estado. Coches pequeños y razonablemente potentes resultan muy adecuados y divertidos. Se me ocurre por ejemplo un Seat Fura Crono, a punto de ser considerado clásico. Aunque te será difícil encontrar este tipo de coches en buen estado, pues las versiones más deportivas suelen tener una vida más dura… difícil, pero no imposible.
En cuanto a la preparación mínima imprescindible, hay una buena noticia: No es necesaria –casi– ninguna. Como medidas de seguridad, extintor y cascos (en algunos casos, barras antivuelco y arneses). Y como preparación recomendable, la mejor que se ha inventado es dejar el coche perfecto. Luego una suspensión un poco más dura y un repaso a los frenos (buen líquido y pastillas) te aseguro que bastan para ganar. Puedes hacer más cosas, preparar el motor y/o acortar el desarrollo, pero no vale la pena y, en cualquier caso, no te pases. Lo mejor es que puedes ir al rallye y volver tranquilamente por carretera, lo cual ya supone un ahorro importante. Pero hay una cosa a mi modo de ver imprescindible: El Blunik… pero eso requiere capítulo aparte.
El Blunik: Soñarás con él
Un Blunik tiene, en un solo aparato, reloj, cronómetro, velocímetro, cuenta-kilómetros, calculadora, y calibración. Podrás ver la distancia total y parcial, la velocidad media e instantánea, tiempo y distancia restante para finalizar el sector. Y lo más importante: A base de números y colores te indica si vas bien o mal: Número negativo debes acelerar, número positivo debes frenar y si marca 00... vas perfecto.
El aparato va justo delante del copiloto y justo frente al piloto hay un cuadro de luces y números para que no tengas que desviar la vista. No es fácil de manejar, pero mi copilota ocasional, Beatriz Oltra, se hizo con él en un solo día e incluso se atrevía a corregir si la distancia la marcaba bien o mal. El mayor inconveniente del Blunik es que vale un dineral: Montado y “con todos los extras” cerca de mil euros.

Calibración
Si has visto un rallye de regularidad te habrá sorprendido que los pilotos van, siempre que es posible, por el carril derecho. El motivo es que el organizador “mide” los tramos con tráfico abierto, es decir, por su carril. Si trazas y “cortas” las curvas, acortas el recorrido y el copiloto, a través de referencias en el rutómetro, puede “quitar” o “poner” metros. Ajuste fino.
Nuestro coche
Seat Coches Históricos nos cedió un precioso e impecable Seat 127 3p de la primera serie. Un coche, literalmente, de museo. El motor era de serie, contábamos con suspensiones y calzado “muy serios” y el cambio es un cinco velocidades de relación cerrada, con una primera larga, una segunda que era la que mayoritariamente usamos en los tramos y una quinta hacía 96 km/h a 6.000 rpm. Este cambio tan corto se llevaba mal con los enlaces tan largos y muchas veces por autopista; pero llegamos a cero a todos los controles.

El coche se portó de maravilla, sólo nos dio un susto y fue en los entrenamientos: Se rompió un condensador del encendido, una minucia que los eficientes mecánicos de Seat Coches Históricos repararon mientras nosotros comíamos tranquilamente. Una maravilla ser “piloto oficial”.
Nuestro rallye
Un par de novatos en un coche modesto y en un rallye difícil no parecía una buena combinación, pero quedamos dignamente, cuartos en "50 Km/h" y decimosextos en la general de Regularidad. Al principio confieso que nos costo -más a mi que a mi copiloto- el estrés de las lucecitas, pero con la noche y los kilómetros nos fuimos encontrado a gusto y en un tramo llano hicimos segundos “scrath” de la general.

El equipo Seat Coches Históricos
A través de su departamento Seat presentó un equipo potente con cinco coches espectaculares. Además de nuestro Seat 127, compartíamos equipo con un Ronda Crono, un Ibiza 1.5, un Ibiza Gr. B (que con Mia Bardolet al volante ganó su categoría) y un atractivo Seat 124-2000 con nada menos que Salvador Cañellas como piloto.
Sólo por compartir experiencias y mesa y mantel con todo el equipo habría valido la pena disputar este Rallye. Pero después de esta experiencia te puedo asegurar que correr en Rallyes puede no ser tan caro.

Magnifico reportaje, lástima no contar con los medios para poder disfrutar de algo tan apetecible.
No consigo ver el vídeo??
Hola Speedy, lo hemos comprobado y se muestra correctamente. Prueba con otro explorador.