Aunque pueda parecer banal, las supersticiones al conducir pueden ser una fuente de riesgo más que de salvación

¿Sabías que 1 de cada 4 personas en todo el mundo tiene alguna superstición al volante? Aunque parezca una tontería, estas creencias pueden ser peligrosas. Aquí te contamos algunas de las supersticiones más comunes y por qué deberías evitarlas. ¿Alguna vez has sentido la necesidad de aguantar la respiración al atravesar un oscuro túnel? ¿O has levantado los pies al cruzar un puente, temiendo la mala suerte que podría acarrear tocar el suelo? Si tu respuesta es sí, no estás solo. Estas son solo algunas de las supersticiones más comunes que rondan entre los conductores, impregnando la rutina de un toque de percepción de la realidad.
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Las supersticiones más comunes al volante
Una de las supersticiones más comunes es aguantar la respiración al pasar por un túnel. Según una encuesta, cerca del 30% de las mujeres y el 35% de los hombres que participaron en ella hacen esto. La creencia dice que aguantar la respiración evita la mala suerte o incluso te concede un deseo. Claro, lo que no te dice es que puedes desmayarte por no tener oxígeno y sufrir un accidente.
Otra superstición es levantar los pies al pasar por un puente o vías de tren. Muchos creen que, si no lo haces, tendrás mala suerte o algo malo podría pasar. Estas creencias vienen del folclore y de la precaución al cruzar lugares potencialmente peligrosos.

Los peligros de las supersticiones al conducir
Estas supersticiones pueden parecer inofensivas, pero en realidad son peligrosas. Por ejemplo, aguantar la respiración en un túnel ha hecho que algunos conductores se desmayen, provocando accidentes. Estas prácticas, aunque parezcan triviales, pueden ponerte en riesgo.
Es importante ser racional y no dejarse llevar por supersticiones. Conducir de manera segura significa seguir las normas de tráfico y mantener la atención en la carretera, no confiar en rituales sin fundamento.
La ciencia detrás de las supersticiones
Las supersticiones nacen porque nuestro cerebro tiende a ver patrones donde no los hay. Si haces algo y pasa algo bueno después, puedes pensar que están relacionados, aunque no sea así. Con el tiempo, esto se convierte en una superstición.
Pero recuerda: evaluación no implica causalidad. Que dos cosas pasen al mismo tiempo no significa que una cause la otra. No hay pruebas científicas de que aguantar la respiración en un túnel o levantar los pies en un puente haga que tu viaje sea más seguro.

Conducir con sentido común
Para ser un buen conductor, es mejor dejar las supersticiones a un lado. En lugar de confiar en rituales, sigue las normas de tráfico, mantén tu coche en buen estado y presta atención a la carretera. Así, garantizarás tu seguridad y la de los demás.
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