Bridgestone ha decidido volver a la actividad en las tres fábricas que tiene en España, además de reabrir su planta en Rusia.

Bridgestone EMIA ha vuelto a la producción. Tras unas semanas de incertidumbre sin producción alguna, la cadena de montaje ya ha recuperado parte de su actividad, que volverá a ser plena en cuanto se recuperen las necesidades de la industria y clientes.
Por ese motivo, las plantas de Burgos, Bilbao y Puente San Miguel, además de la fábrica de Rusia, ya están operativas. Una acción que se prevé que llegue pronto a la planta de Bari (Italia) o a la de recauchutado de Lanklaar (Bélgica) a finales de mes.
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Las instalaciones de producción de Polonia (Poznan y Stargard) y Hungría (Tatabanya) han seguido funcionando durante todo este tiempo, pero con una capacidad reducida.
La decisión de volver es porque en Bridgestone han visto una demanda en varios segmentos de mercado, incluyendo las fábricas de coches, que poco a poco también vuelven al trabajo.
Para el regreso, Bridgestone ha diseñado un dispositivo de prevención especial con el objetivo de evitar nuevos contagios, siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias. De este modo, habrá un gran distanciamiento físico y una protección adecuada para la plantilla.
Pese a esto, la firma sabe que el virus no está ni mucho menos derrotado. De ahí que la empresa siga supervisando de cerca la situación y acatando el asesoramiento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como las regulaciones gubernamentales de los países en que opera.