El nuevo Toyota Mirai es más eficiente, ligero y deportivo que la primera generación. Promete una autonomía enorme, uno de los motivos por los que la firma japonesa quiere vender diez veces más unidades.

Toyota es una de las pocas marcas que está apostando fuerte por el hidrógeno. Una alternativa de movilidad cero emisiones, ya que el motor transforma esta materia prima en vapor de agua una vez haya generado energía, de modo que puede ser ideal para un futuro más sostenible. Un proyecto que ahora está en una nueva etapa, gracias al lanzamiento del Toyota Mirai de segunda generación.
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Este coche, que salió al mercado con pila de combustible en 2014, fue el resultado de un trabajo que arrancó en el cuartel general de Toyota en 1992. Y ahora, en 2020, nace la segunda generación, que pretende no solo hacer un mundo mejor, también transmitir sensaciones placenteras al volante. Promete una autonomía de 650 km, por lo que permitiría hacer viajes de cualquier clase.

El rango de autonomía ha mejorado un 30% gracias a la mejorada capacidad para almacenar hidrógeno del coche. Además, en Toyota han trabajado mucho la aerodinámica y la eficiencia del Mirai, de modo que ahora ofrezca la posibilidad de realizar largas distancias.
Ahora, el Toyota Mirai es también más habitable. Esto se debe al uso de la plataforma modular GA-L de la firma japonesa y que todo el grupo de pila de combustible ha pasado a la zona donde está el motor, de modo que se ha logrado liberar espacio en el habitáculo, especialmente para las piernas. Se tiene que notar el aumento de 140 mm en la distancia entre ejes.

Ya que hablamos de medidas, os contamos que respecto al Toyota Mirai anterior, se ha optado por reducir la altura del coche en 65 mm, de modo que su aspecto es más atractivo. Por otra parte, el incremento de 75 mm del ancho de vía y el uso de unas llantas más grandes, de 19 y 20 pulgadas, potencian la presencia más baja y dinámica del vehículo, así como a la percepción visual del centro de gravedad más bajo del nuevo Mirai.
El peso ha sido uno de los elementos más trabajados por Toyota en su Mirai. Por ejemplo, la firma ha logrado reducir el peso total de sus tres depósitos cargados a 100 kg. Además, cuenta con una batería más contenida (de 370 celdas a 330), de modo que la masa del coche se reduce. ¿Esto implica pérdidas de otra clase? No, porque la densidad energética del Toyota Mirai ha aumentado de 3,5 kW/l a 5,4 kW/l.

Vamos, que Toyota ha reducido el peso del Mirai al 50%, pero ha conseguido aumentar la potencia en un 12%. ¿Milagro? No, ingeniería. Porque hay más ejemplo de ligereza. El convertidor CC-CC de la pila de combustible y los componentes modulares de alto voltaje han reducido su peso 2,9 kg, hasta los 25,5 kg.
El nuevo Toyota Mirai tiene el objetivo de multiplicar por diez las ventas de la primera versión gracias al avance de la tecnología y la infraestructura de repostaje, el aumento de autonomía y su precio, un 20% inferior al original.