Poco a poco van apareciendo más coches movidos por hidrógeno. Desmontamos tres mitos que ya circulan entre las “fake news”.
En el mercado los coches de hidrógeno son muy minoritarios, siendo casi más fácil cruzarse con un Rolls Royce que con un coche movido por este combustible. Es por ello que se han extendido muchos rumores o falsos mitos sobre este tipo de vehículo que vamos a repasar en este artículo.
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El primer mito que vamos a desmentir es que el hidrógeno sea un combustible peligroso. Como pasó hace un tiempo con los primeros modelos eléctricos o con los de gas natural, la llegada de un nuevo carburante parece que siempre va asociado a esta cantinela. Los actuales coches que se venden son tan seguros como uno de combustión convencional, ya que los depósitos pasan pruebas como disparos, ser quemados o expuestos a ácidos sin que se hayan registrado explosiones.

Pasamos al segundo mito: el hidrógeno es un combustible sucio. Para desmantelar este argumento hay que señalar que la producción de este combustible se está realizando en su gran mayoría con fuentes renovables, como puede ser la energía solar, limitando la contaminación en su producción. Además, los coches de pila de combustible recogen el aire contaminado del exterior y tras el proceso de electrolisis, emiten vapor de agua por sus tubos de escape.
Y nos queda el tercer mito. Si bien es verdad que actualmente la fabricación de pilas de combustible es muy cara, véase como ejemplo que el Hyundai Nexo vale más de 70.000 euros, no es algo que podamos extrapolar a largo plazo. Fuentes de la marca coreana piensan que igual que pasó con los ordenadores, el coste se irá reduciendo a la vez que aumenten la cantidad de coches en el mercado.

En mi opinión creo que todavía queden unos años para que se empiecen a extender los vehículos propulsados por hidrógeno en nuestro país, pero hay datos que me gustaría compartir contigo, querido lector. Según algunos estudios en 2050 el 25 % de los vehículos y los barcos se propulsarán con este combustible, así como el 20 % de las locomotoras que circulen por vías no electrificadas. Por tanto, para ese año se concentraría un 18 % del total de la energía mundial en el hidrogeno, lo que generaría unos ingresos de 2,5 billones de dólares y unos 30 millones de puestos de trabajo.
La realidad a 2020 es que ahora mismo sólo hay cuatro marcas que comercialicen de alguna manera coches de hidrogeno en suelo europeo. Ya hemos citado al Hyundai Nexo, el único que se vende en España, pero también están los Toyota Mirai, que será renovado a finales de año, el Honda Clarity o el Mercedes GLC F-Cell, además de una serie de prototipos que puedes leer en los enlaces siguientes:
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