Los estudiantes de la escuela de Skoda presentan el séptimo prototipo, con un diseño muy fresco, muchos LED y una clara tendencia hacia la deportividad.

Este año por el confinamiento se ha retrasado la fecha de presentación del prototipo que crean los estudiantes de la escuela de formación profesional de Skoda, pero ya tenemos aquí el proyecto de 2020. Bautizado con el nombre de Slavia, se trataría de una carrocería tipo spider para el Skoda Scala, que a mi parecer no le queda nada mal al compacto.
Otros prototipos realizados por los aprendices de Skoda
2019: Skoda Mountiaq
2018: Skoda Sunroq
2017: Skoda Element Concept
2016: Skoda Atero
2015: Skoda FUNstar
2014: Skoda Citijet
Como podemos apreciar en las fotografías que acompañan este texto, la gran transformación que tiene este Skoda Slavia la encontramos desde las puertas traseras, que han dejado de existir, hasta el final del maletero. Desparecen, por tanto, las plazas posteriores para dar cabida a las dos “jorobas” típicas de los modelos spider, creando de paso una nueva apertura del portón y añadiendo un alerón en color negro muy llamativo.

La idea era tomar como inspiración el Skoda 1100 OHC de 1957 (un deportivo de carreras con dos plazas del que tienes una foto en la galería) por lo que la deportividad tendría que estar muy presente. Al citado alerón tenemos que sumar las llantas de 20 pulgadas del Skoda Kodiaq RS, los frenos del Skoda Octavia RS o un sistema de escape modificado en una zona baja que sufrió cambios para poder rodar sin problemas con la ausencia de techo.
Remataría el exterior de este Skoda Slavia un color de pintura especial, su nombre es “Azul White Crystal”, compuesto por tres capas que según la marca produce un efecto nacarado azul, aunque a mí me sigue pareciendo blanco. Por debajo de la carrocería y por detrás de las llantas se han colocado tiras de LED que pueden ser personalizables en cuatro colores, rojo, blanco, azul (los colores de la bandera checa) y verde, el característico del fabricante centroeuropeo.

De la claridad del exterior pasamos a la oscuridad del interior. Para este Skoda Slavia se ha escogido un tapizado en color negro que crea un contraste radical. De este tono vemos los asientos de la marca Sparco, otro detalle de deportividad, fabricados en cuero perforado o el salpicadero. En blanco se han dejado pequeños detalles como las costuras, parte del volante, los mandos del climatizador o el pomo del cambio, por citar algunos.
Aunque para mí el detalle más característico de este interior, además de la pantalla extra añadida en la consola central para cambiar los colores de los LED exteriores e interiores, son los dos leones bordados detrás de cada asiento que enmarcan dos altavoces, que forman parte de un equipo de sonido con 2.570 vatios.

Para el motor se ha escogido el 1.5 TSI de 150 CV asociado con el cambio manual de siete velocidades DSG. Este propulsor es igual que el que monta el Skoda Scala, nosotros lo probamos con uno menos potente, del que también se han cogido ambos ejes, la dirección, la electrónica, los sistemas de asistencia, el Virtual Cockpit o la pantalla multimedia.
Los estudiantes se empapan de la historia de Skoda
Para el proyecto de este Skoda Slavia participaron 31 estudiantes de la escuela de formación profesional de la marca y aunque utilizaron muchas tecnologías modernas para su creación, también se empaparon de la historia de la marca para dar vida al que se ha convertido en el séptimo proyecto del centro.

Como comentaba anteriormente, este prototipo se basa en el Skoda 1100 HC. Del año 1957, se trataba de un modelo de carreras de dos plazas y abierto como nuestro protagonista para disputar rallyes de resistencia. Era muy ligero, apenas pesaba 550 kg, gracias a la utilización de una carrocería de fibra de vidrio con plástico, mientras que su motor era un 1.1 de 92 CV con 4 cilindros que era capaz de alcanzar los 200 km/h. Una unidad se puede contemplar ahora en el museo de Skoda en Mladá Boleslav.
En cuanto a la elección del nombre Slavia tampoco es casualidad. Los fundadores de la marca, Václav Laurin y Václav Klement, diseñaron bicicletas a finales del siglo XIX bajo la marca Slavia, que comercializaron durante unos años.