Cómo ahorrar puliendo los faros de tu coche en casa

El proceso de pulir los faros es necesario principalmente para mantener la luminosidad original del coche y en segundo lugar para pasar la ITV sin ningún tipo de problema

Los faros de un vehículo son uno de los elementos más propensos al desgaste. Pueden coger un tono amarillo u opacarse a medida que pasa el tiempo. Esto ocurre de forma común en los faros halógenos que desprenden calor desde el interior del foco y causan un efecto frontera debido al contraste de temperatura fría durante el invierno.

Pulir los faros desde casa es viable si sabes cómo

Por suerte tiene solución. Aunque la opción más sencilla es cambiar el faro al completo por uno nuevo, no resulta la alternativa más económica, el coste de un faro completo abarca desde los 100 hasta los 2000 euros o incluso más, todo depende del vehículo en cuestión.

Muchos talleres pulen los faros del coche para devolverles el brillo y la transparencia con la que salieron del concesionario, una reparación de un coste aproximado de 30 euros por faro, un precio razonable para devolverles la vida a los focos frontales.

Si aún así decides embarcarte en la tarea de hacerlo por ti mismo, desde Auto10 te indicamos paso a paso cómo pulir tus faros desde casa con un presupuesto muy reducido ¡Empezamos!

Estos son los materiales que necesitas para pulir los faros

Apunta esta lista, puede que muchos útiles los tengas en casa y no necesites ni siquiera comprarlos:

• Cinta de carrocero
• Lijas de grano de densidad 400, 1.000 y 2.000
• Taladradora de velocidad variable
• Discos de lana
• Pulimento líquido con siliconas
• Agua y jabón
• Varios trapos que no suelten hilos (es decir, no valen camisetas viejas)

Cómo pulir los faros paso a paso

1. Eliminamos la suciedad al completo de los faros como por ejemplo: restos de barro, agua o bichos, con agua y jabón. Secamos bien la zona con un trapo, así tendremos el faro listo para comenzar.
2. Protegemos la carrocería (capó, paragolpes y aletas) con cinta de carrocero. Cubrimos solamente las zonas cercanas al faro por las que podría pasar la lija por accidente, de esta forma evitaremos dañar la pintura y la chapa del vehículo.
3. Empezamos a lijar con la lija de 400. Mojamos el faro con agua y lo lijamos en círculos. Una vez hemos cubierto toda la superficie, seguimos mojando el faro y retirando la última capa con la lija de 1.000 y en último lugar, repetimos el proceso con la lija de 2.000. El faro debe pasar de estar blanquecino a completamente transparente.
4. Ahora toca utilizar el pulimento líquido. Aplicamos sobre el disco de lana y repasamos el faro. Realizamos este paso hasta que quede completamente transparente para que queden como nuevos.
5. Toca volver a limpiar: un repaso de agua y jabón para eliminar los restos de producto y tendremos los faros perfectos.

A través de este sencillo y económico proceso ahorraremos en el mantenimiento de nuestro coche y alargamos la vida útil del plástico que recubre el faro. Tampoco tendremos problemas en la ITV y además invertiremos en nuestra propia seguridad en carretera que es lo más importante.