Muchos accidentes se producen en el paso por un viraje y aquí en Auto10 te contamos cómo tomar una curva con seguridad

Las curvas se tienen que tomar a una velocidad adecuada al ancho de la vía y al ángulo de dicha curva para evitar perder el control por una inercia excesiva, además de que las ruedas exteriores sufren más.

Al afrontar una curva hay que aprovechar todo el espacio disponible, intentando que el radio de giro sea lo más amplio posible, sin volantazos bruscos, es decir, con un giro suave y progresivo. No se debe acelerar demasiado al entrar, tampoco cuando estemos dentro de la curva, ni demasiado pronto al salir, ya que al acelerar el coche se apoya sobre el eje trasero y se puede perder adherencia en el eje delantero, con la consiguiente pérdida de control sobre la dirección.
Para conseguir la trazada más amplia y abierta posible hay que entrar en curva desde el lado exterior, ciñéndose al interior de la curva en su punto medio y saliendo de nuevo hacia el exterior de la vía. Cuando hablamos de lado exterior e interior nos referimos a los de nuestro carril, lógicamente.

Tomar una curva a alta velocidad
Mucho cuidado con ir por la carretera emulando a Alonso, ya que tomar una curva a alta velocidad reduce el margen de error, aumentando las posibilidades de perder el control y tener un accidente. Al circular a alta velocidad la inercia será mayor, así como el desgaste de las ruedas. La trazada tendría que ser la misma que si se toma a una velocidad más moderada, aunque en este caso las distancias de desplazamiento lateral serán mayores, con el consiguiente riesgo de salirse o invadir el carril contrario.
Tomar una curva cerrada
Además de la velocidad influye el tipo de curva, como es lógico. El caso de las curvas cerradas es quizás el que más dificultad implica, y menos margen de error deja si la velocidad es excesiva. Cuando nos encontramos con curvas muy cerradas, de 180? o más el mayor inconveniente es que, en caso de ceñirse al interior de la curva demasiado pronto sería difícil de corregir y podríamos terminar saliéndonos en línea recta. En caso de ceñirse muy tarde el radio aumenta y se experimentaría más fuerza hacia fuera, con la consiguiente pérdida de confort.
Las conocidas curvas peligrosas suelen estar señalizadas por lo que su ejecución debe de ser cuanto menos prudente, preferiblemente pecando de defecto de velocidad que de exceso.

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