
El mal estado de las carreteras españolas el alarmante. Concretamente, y según el último estudio de la Asociación española de la Carretera (AEC) sobre la conservación de la red viaria estatal y autonómica, la situación actual de nuestras carreteras es la peor desde 1985 cuando el mismo ente presentó el primer estudio de este tipo.
Según dicho estudio y tras 3.000 tramos de carretera evaluados, es necesario reponer 330.000 señales tanto verticales como horizontales, repintar las marcas viales de 52.000 kilómetros y revisar el 82% de las farolas. Además, el estado de las barreras metálicas citando textualmente las conclusiones del informe, es de “suspenso”, mientras que la nota del balizamiento pasa de un “bien” a un “aceptable”. Pero no sólo en esto consiste el problema, lo más grave es que uno de cada cuatro kilómetros tiene grietas y uno de cada tres desintegraciones, deformaciones y socavones o baches.
Para poder cambiar la situación, se necesita invertir en conservación y mantenimiento de carreteras aproximadamente 6.200 millones de euros pero, según los Presupuestos del Estado para 2014 publicados en el BOE, la partida destinada a la explotación y conservación de las vías que dependen de Fomento es de 878 millones de euros (30% menos que en 2009). “Cada euro no invertido a tiempo en refuerzo de firmes se transforma en cinco euros a los tres años y en 25 euros en el quinto”, según palabras del Presidente de la AEC, Juan Lazcano.

Este deterioro tan acusado de las carreteras trae consecuencias, tanto para la comodidad de la circulación como para la seguridad vial. Y es que, aunque no pueda relacionarse directamente, el mal estado del firme puede contribuir al aumento de accidentes y de víctimas mortales derivadas de los mismos.
Hasta la fecha, son 35 las personas fallecidas este año desde el inicio de la operación especial de tráfico de Semana Santa el pasado 11 de abril, nueve víctimas mortales más que en la Semana Santa del año pasado. Si los desplazamientos previstos por la Dirección General de Tráfico (DGT) eran 12,5 millones y esta cifra es la más baja desde 2005, quiere decir que pese al menor número de desplazamientos, los fallecidos han sido más.
Según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), ya se avisó el pasado mes de febrero del mal estado del firme, lo que podría tener que ver con el aumento de las víctimas. El último informe elaborado por AEA sobre la Red Viaria en el período que comprende entre 2008 y 2012, destacaba un "retraso en la necesaria actuación sobre las infraestructuras". Por otra parte AEA también ve como culpable del aumento de víctimas la falta de mantenimiento de muchos vehículos de nuestro parque actual.

En este sentido, la DGT apunta que parte del problema es que alrededor de dos millones de vehículos circulan por las carreteras españolas con la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) caducada. Como declaraba María Seguí en su última rueda de prensa: “En lo que va de año, la edad media de los vehículos implicados en accidente es más antigua que la del año pasado”.
A pesar de todo, el pasado mes de marzo fue el primero de 2014 en el que se registraba una subida de víctimas en accidente de tráfico respecto al año anterior. En enero se habían reducido las víctimas en 20 y en febrero en 23. Ahora que se acerca el puente de mayo, podremos comprobar si la tendencia es negativa o positiva y se podrán seguir analizando las principales causas de estos siniestros para poder buscarles solución y reducir las lesiones y las muertes en nuestras carreteras.