Un año más, Michelin pone en marcha una campaña revisión gratuita de neumáticos coincidiendo con la llegada de las vacaciones de verano. En esta ocasión se realiza en colaboración con Repsol, contando con el apoyo institucional de la DGT y de su equivalente en Portugal, ANSR.
Michelin revisará gratuitamente la presión y el desgaste de los neumáticos de los usuarios que pasen por algunas de las 52 estaciones de servicio Repsol en las que se llevará a cabo la acción. No hay ninguna condición especial, y los usuarios pueden pasar la revisión gratuita independientemente del vehículo (es para turismos, 4x4 y comerciales ligeros) y de la marca de los neumáticos. Tras realizar el control, el conductor recibe un parte de revisión y una tarjeta para controlar el desgaste.
La campaña de revisión se desarrolla durante cuatro fines de semana, empezando el 21 de junio, los viernes de 14:00h a 20:00h, y los sábados de 9:00h a 17:00h. El listado de las estaciones de servicio Repsol repartidas por 18 provincias españolas y dos portuguesas en las que se desarrollará la acción está disponible en la página web de Michelin.
El objetivo de Michelin llegar a los 10.000 vehículos revisados, y las conclusiones permitirán saber si se ha mejorado algo o no la concienciación de los usuarios respecto al último estudio realizado en 2011, que revelaba datos preocupantes, como que el 14,2 por ciento de los vehículos examinados y el 31% de los comerciales ligeros circulaban con al menos un neumático con una presión considerada peligrosa, y el 36 por ciento de los turismos presentaba al menos un neumático con presión incorrecta.
¿Por qué hay que revisar los neumáticos?
El primer motivo por el que debes procurar mantener tus neumáticos en perfecto estado es por seguridad. Son el único punto de unión entre el vehículo y la carretera, y se encargan de transmitir las fuerzas de tracción y frenada, de dirigir el vehículo y de absorber las irregularidades. Con presiones de inflado bajas el neumático no trabaja al cien por cien para lo que ha sido diseñado, lo cual afecta al comportamiento del vehículo y puede causar un accidente. Por lo tanto, tu seguridad, la de los ocupantes del vehículo y la del resto de conductores con los que compartes la vía comienza por los neumáticos.
Pero además de afectar a la seguridad, un neumático con presiones incorrectas se desgastará antes, y también presentará un mayor consumo de combustible. Para que te hagas una idea, con una presión un 20 por ciento inferior a la recomendada por el fabricante, un neumático que normalmente podría durar 40.000 km, llegará al límite de su dibujo en torno a los 32.000 km, es decir, se acorta su vida útil un 20 por ciento.
Cómo revisar las presiones de los neumáticos
Ten en cuenta que, unos más y otros menos, pero todos los neumáticos pierden progresivamente aire, entre 0,1 y 0,2 bares al mes, aproximadamente. Una disminución de 0,5 bares sobre la presión recomendada ya provoca desgaste prematuro, y a partir de 1 bar menos de la presión recomendada, ya estamos hablando de una situación peligrosa, que no sólo aumenta la distancia de frenada en seco y en mojado, sino que puede provocar incluso un reventón por exceso de temperatura.
Revisar las presiones es muy sencillo, si encuentras una estación de servicio con un manómetro que funcione –a veces no es tan fácil–. Sólo tienes que tomar la precaución de hacerlo con los neumáticos fríos, o tener en cuenta que si están calientes (si has rodado más de 4 ó 5 km) el medidor marcará entre 0,2 y 0,3 bares más de la presión que tendrán en frío.
Y no olvides que las presiones recomendadas para tus neumáticos, que podrás encontrar en el manual de tu vehículo, o en una tabla normalmente adherida en el lateral de la puerta o en la tapa del depósito de combustible, varían si vas a utilizar el coche a plena carga, algo que deberás tener muy en cuenta por ejemplo en viajes largos al salir de vacaciones.
Por esa razón, lo más recomendable es hacerte con un manómetro de bolsillo –los hay muy fiables desde unos 20 euros–, y llevarlo siempre en la guantera del coche. Además, así siempre puedes ajustar la presión de forma más precisa poniendo aire en la estación de servicio y quitando el sobrante una vez los neumáticos ya están fríos.
¡Ah!, y ya puestos, no dejes de realizar de vez en cuando una inspección visual. Comprobar que las válvulas están en buen estado, o que el neumático no presenta desgaste irregular, desgarros, grietas o abolladuras también es fundamental de cara a la seguridad.
