
Hablando en la redacción de los todocaminos y SUV con pinta muy off-road nos hemos dado cuenta que hay unos pocos que además de pinta, tienen capacidades reales en campo sin ser verdaderos todoterreno. No tienen reductoras, ni chasis robustos con grandes recorridos de suspensión, ni capacidad de instalar ruedas muy camperas. No obstante, para circular por pistas y caminos, o por carreteras secundarias con climatologías difíciles son más que capaces. Aquí te juntamos cuatro que destacan sobre el resto.
Jeep Renegade Trailhawk

Lo habitual es que la versión más potente y equipada de un modelo sea la más deportiva, pero en Jeep la versión más extrema es la más off-road. En el caso del compacto Jeep Renegade, el modelo tope es el Trailhawk (alcón del camino), que cuenta con un equipamiento especial para aumetnar sus capacidades en el campo. Parte de la base del motor diésel 2.0 JTD potenciado a 170 CV con cambio automático de 9 velocidades. Cuenta con el modo de conducción Active Drive Low, que se ayuda de una primera velocidad muy corta ideal para rodar a baja velocidad en situaciones complicadas y facilitar las arrancadas en pendientes o con remolque. Tiene control de descensos y la suspensión elevada 2,5 cm aumentando la altura libre y el ángulo ventral. Además, los parachoques menos prominentes mejoran los ángulos de entrada y salida. Por último, los neumáticos de serie son unos Goodyear Vector 4seasons todotiempo y M+S. El resto del equipamiento especial del Jeep Renegade Trailhawk son un número de detalles exclusivos en el exterior y en el interior propios de una versión tope de gama.
Subaru Forester

El Subaru Forester podría verse como un todocamino familiar más, pero una característica le diferencia prácticamente de todos los SUV de su tamaño y precio: su sistema de tracción total permanente con diferencial central y reparto simétrico de par al 50% en cada eje. El Subaru es un 4x4 en todo momento y no sólo cuando la adherencia es baja. Consigue una motricidad excelente tanto al acelerar como al retener en todo tipo de superficies y climatologías. Otras virtudes son su altura libre de 22 cm. Ya no tiene versiones con reductora y sólo está disponible con cambio manual con el motor bóxer diésel de 148 CV, que entrega 350 Nm desde 1.600 rpm. El resto (gasolina 2.0 de 150 CV y gasolina 2.0 Turbo de 241 CV) son siempre con cambio de variador continuo, menos favorable en situaciones difíciles de campo. Eligiendo bien el neumático es muy buena opción como vehículo para zonas de climatologías invernales y para pistas transitables no muy complicadas.
Range Rover Evoque

Incluso un SUV de estilo un poco snob puede ser un buen vehículo 4x4, si está firmado por Land Rover, claro. El Range Rover Evoque cuenta con un motor diésel 2.0 litros con dos potencias, preferimos la de 180 CV y con el excelente cambio automático de 9 velocidades, con un primera marcha muy corta. Tiene un sistema de tracción total convencional, pero ayudado por el excelente sistema de modos de conducción Terrain Response de Land Rover, con ajustes para Nieve o hierva mojada, barro y roderas, y arena. Por poco dinero se puede montar el sistema All Terrain Progress Control que mantiene una velocidad muy baja sin necesidad de que el conductor acelere para circular por superficies resbaladizas. La elección de neumático es clave para aprovechar todas sus capacidades, pero puede usarse por pistas de todo tipo con mucha confianza. Su mayor desventaja es su elevado precio: desde 44.430 euros con motor de 180 CV y cambio automático.
Fiat Panda Cross

El Fiat Panda Cross es la versión más campera del pequeño utilitario italiano. Cuenta con la tracción total automática del Fiat Panda 4x4 que hemos probado en Auto10, añadiendo una estética más robusta y con protecciones más prominentes. Además tiene un parachoques delantero más alto que mejora el ángulo de ataque a 24º. El ángulo de salida es bueno de por sí por el corto voladizo trasero. Tiene una altura libre destacable para el tipo de coche, lo que unido a la corta distancia entre ejes, permite un buen paso ventral. Sobre el Panda 4x4 también añade un sistema de modos de conducción Terrain Control con un modo para bloquear la tracción total y con control de descensos. Los neumáticos de serie son todotiempo M+S. Por su parte, el control de tracción tiene una función para las arrancadas en terrenos resbaladizos. El precio es aceptable, pero su principal desventaja son las prestaciones de su motor de diésel de 80 CV (17.130 €), y el tacto y consumo real del gasolina de 90 CV (16.440 €).