Gracias a la utilización de un simulador de conducción, se están estudiando las reacciones de los conductores ante situaciones estresantes.

Parece que la industria del automóvil sigue dirigiendo sus pasos hacia la conducción autónoma, buscando reducir las muertes en carretera a cero. Pero este tipo de tecnología sigue provocando cierto miedo en algunos conductores. Por ello, desde el Instituto de Biomecánica de Valencia están desarrollando un coche que no solo conduzca solo, sino que también sea empático.
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Perteneciente a la Universitat Politècnica de València, el Instituto de Biomecánica de Valencia es uno de los centros punteros en este ámbito en España. En él, se ha empezado a trabajar en el proyecto bautizado como SUaaVE (Supporting acceptance of automated Vehicle) con el objetivo de “humanizar” las acciones que pueda realizar el coche autónomo del futuro.
Como indica José Solaz, director de innovación en Automoción y Movilidad del IBV, “una forma de mejorar la experiencia del usuario es el desarrollo de vehículos empáticos que comprendan cómo se siente el pasajero, con altos niveles de automatización y capaces de responder a esos sentimientos teniendo en cuenta el entorno y el contexto”.
Desde el centro valenciano están convencidos que con este trabajo podrán mejorar la experiencia de los viajes y “aumentará la confianza en este tipo de coches y, por tanto, su aceptación y éxito en el mercado del futuro”. A esta conclusión han llegado, según explica Solaz, porque los avances en este ámbito se han centrado, por ahora, en soluciones técnicas.
Para este estudio SUaaVE del Instituto de Biomecánica de Valencia se ha utilizado el HAV. Se trata de un simulador de conducción dinámico y altamente inmersivo. De esta manera, se han podido recrear situaciones demasiado arriesgadas o complicadas para el mundo real, siendo muy ricas a la hora de monitorizar aspectos de comportamiento como la expresión facial o los cambios fisiológicos como pueden ser la frecuencia cardiaca o la sudoración.
Con el fin de completar esta primera fase, en el Instituto de Biomecánica de Valencia ha convocado a 50 voluntarios para participar en la experiencia. La muestra de conductores comprendía edades entre los 22 y los 55 años, con una participación igualitaria entre hombres y mujeres. Aunque ahora la idea es intentar realizar estas acciones combinando el mundo virtual con el real.
Es proyecto SUaaVE ha sido financiado por el programa de investigación e innovación “Horizon 2020” de la Unión Europea y han participado también las siguientes empresas:
- IDIADA Automotive Technology
- Idneo Technologies
- Centro Ricerche Fiat en Italia
- University of Groningen
- Fondation Partenarial Mov'eotec – Vedecom
- Université Gustave Eiffel
- Institut Polytechnique de Bordeaux
- ESI Group
- Technische Universitaet Muenchen
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