Si tu coche aún tiene freno de mano manual, debes tener en cuenta estos casos que indican que no funciona como debería y precisa de reparación.

El freno de mano, también conocido como freno de estacionamiento, es un elemento fundamental para la seguridad del vehículo. Sin embargo, no siempre funciona como debería. Si notas que tu coche no permanece inmovil en pendientes incluso con el freno de mano activado o que se desplaza fácilmente, podría ser indicativo de que existe algún problema con el sistema de retención de tu vehículo. Repasamos 5 motivos frecuentes por los que el freno de mano puede fallar y cómo darles solución
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1. Desgaste de las zapatas o las pastillas de freno

El freno de mano funciona gracias a las zapatas o pastillas de freno traseras, las mismas que detienen el movimiento de las ruedas a la hora de frenar a través del pedal del medio. Si estos elementos tienen un desgaste excesivo, es posible que su capacidad para generar fricción disminuya, perdiendo así efectividad.
- Síntoma: El coche se mueve ligeramente con el freno de mano “echado” o es necesario subir mucho la palanca para notar que actúa como debería (más de 8 o 9 clics)
- Solución: Sustituir las zapatas o pastillas por unas nuevas y después ajustar el freno de mano si fuera necesario.
2. Desajuste en el sistema

El freno de mano manual funciona a través de un sistema de cables conectado a los frenos traseros del vehículo. Si estos cables pierden la tensión necesaria, el freno de mano podría dejar de funcionar correctamente.
- Síntoma: Es necesario subir mucho la palanca del freno de mano para que este actúe correctamente.
- Solución: Ajusta el sistema de freno de mano tú mismo o acude a un taller para regularlo. Esta operación no suele tener un coste elevado debido a su sencillez y te dejará sin coche durante apenas una hora.
3. Cable del freno de mano en mal estado o roto

Como ya hemos mencionado, el freno de mano funciona conectando la palanca de freno con el sistema de detención a través de un cable. Si ese cable está deteriorado, muy oxidado o directamente roto, el sistema podría no retener correctamente el vehículo.
- Síntoma: Freno de mano excesivamente blando y sin fuerza suficiente
- Solución: Sustitución del cable del freno de mano. Puedes hacerlo tú mismo con los conocimientos básicos suficientes. La reparación es muy económica.
4. Problemas en el sistema de freno de mano eléctrico

En vehículos modernos, el tradicional freno manual ha sido sustituido por sistemas eléctricos que se activan con un botón. Aunque son más cómodos, también están más expuestos a fallos electrónicos o problemas de software.
- Síntomas: luz de advertencia en el cuadro, fallo al activarlo, o que se active/desactive de forma errática.
- Solución: diagnóstico con equipo específico (OBD) para localizar el fallo. Puede tratarse de un problema en la centralita, el motor eléctrico o un simple fallo de sensor.
5. Corrosión o suciedad en el mecanismo

La suciedad, el óxido o la acumulación de barro pueden afectar a la movilidad del sistema de freno, especialmente si se circula frecuentemente por zonas húmedas, de tierra o en ambientes salinos (como zonas costeras). No solo el cable puede deteriorarse ante la exposición a estos elementos, también las pletinas donde se engancha el cable o los soportes metálicos pueden estropearse y alterar el recorrido del cable.
- Síntomas: freno de mano que se queda “pegado”, ruidos metálicos al activarlo o sensación de que el coche se queda frenado incluso tras desactivarlo.
- Solución: limpieza profunda del sistema de freno trasero, lubricación de las partes móviles y, si es necesario, tratamiento de óxido o sustitución de piezas afectadas.
Consejos para mantener el freno de mano en buen estado
- Revísalo cada 15.000 km o una vez al año, sobre todo si tu coche tiene más de 5 años.
- Si notas cualquier comportamiento extraño (ruidos, poca retención, palanca que sube mucho), no lo ignores. Trátalo con la mayor brevedad posible.
- En coches automáticos o con freno eléctrico, no abuses del botón ni lo uses como freno de emergencia salvo en casos extremos.

- Evita dejarlo activado durante largos períodos en condiciones de humedad (como garajes muy fríos), ya que puede provocar bloqueos. Si tu coche va a quedarse estacionado durante varios meses podrías usar topes para las ruedas o calzos evitando que se mueva.
Intenta arrancar el vehículo cada cierto tiempo (al menos una vez a la semana) si la batería permanece conectada y activar/desactivar el freno de mano con cuidado además de mover las ruedas o pensar en sustituirlas una vez vuelvas a conducirlo con asiduidad.
Si detectas cualquier anomalía en el freno de mano, lo mejor es acudir a un taller de confianza y no posponer su reparación. Un sistema tan simple como este puede marcar la diferencia entre un coche seguro y uno que pone en riesgo tu conducción.
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