Cada Honda fabricado esconde un nuevo tesoro a bordo, un pensamiento centrando en lo humano que se ha transmitido entre generaciones de ingenieros y ha perdurado hasta nuestros días.

“Man Maximum, Machine Minimum”. Si lo desconocías, es uno de los principales lemas de Honda. No viene de hoy, sino del pretérito: del primer coche que fabricó la marca. Ya ha llovido. Es básico y sencillo de entender, pero complicado de ejecutar. Y no, la cosa no sólo va de proporciones, sino de principios: las personas son el epicentro alrededor del cual se crea cada automóvil específico, con sus dimensiones adecuadas y la tecnología más eficaz y eficiente en cada caso; aquí puedes meter tanto como imagines: seguridad, diseño, rendimiento mecánico, materiales, conectividad, espacio a bordo, utilidad… Y esa es clave de todo. Honda crea espacios para convivir y compartir.
Artículos relacionados
El Honda ZR-V se vuelve más económico con su nuevo acabado Elegance: todos sus detalles
Nuevo prototipo de la Serie 0 Honda Saloon. La berlina eléctrica desde nueva perspectiva
Honda “Space Hub” el coche eléctrico que anuncia la transformación de Honda
Honda Cruise Origin: Revolucionando la Movilidad Urbana para el 2026
Tecnología Honda: El origen
Los cimientos de todo nuevo Honda están forjados en base a un concepto que conecta personas con máquinas. Su origen se remonta nada menos que al Honda N360, un coche que surgió en 1967 como necesidad de movilidad y con el que la marca llevó al extremo la optimización de recursos: máximo espacio con el mínimo tamaño (apenas 3 metros), anchura (1,3 metros) y capacidad para cuatro personas propulsado por un motor bicilíndrico refrigerado por aire, pudiendo diseñar, por ejemplo, un vano motor de muy reducidas dimensiones dando prioridad al habitáculo o refuerzos de seguridad.

Extrapolado a otras divisiones y dimensiones, M-M es el principio mediante el cual el Honda Accord estandarizó en la categoría de berlinas medias el concepto de cabina de clase superior; cómo el Honda City consiguió maximizar la capacidad del habitáculo, precursor de lo que hoy conocemos como Crossover compacto; crear un concepto de espacio tridimensional en vehículos como el Honda Odissey, anticipando la necesidad técnica de diseñar coches para siete pasajeros con carrocería más aerodinámica; o revolucionar el diseño estructural reubicando ciertos elementos para conseguir maximizar el espacio a bordo. Gracias al Honda Fit y una novedosa arquitectura que permite ubicar el depósito de combustible bajo el asiento delantero existen los Magic Seats, los asientos posteriores que utilizan hoy coches como el Honda Jazz o Honda HR-V y que permiten una modularidad única y ejemplar en la zona posterior del vehículo.
Tecnología Honda: La seguridad
Desde el urbano Honda Jazz hasta el SUV Honda CR-V de nueva generación, Honda dispone de uno de los más avanzados sistemas de seguridad, integrados en el denominado Honda SENSING o su avanzada versión 360º. Sin embargo, hay muchas más medidas adicionales que valen su peso en oro ya que podrían evitar que los asistentes de seguridad tengan que entrar en acción: se trata de algo tan complejo de diseñar como el ecosistema a bordo, o dicho de otro modo, la calidad de las formas y el espacio.

Los diferentes estudios de accidentalidad que utilizan todos los fabricantes a la hora de diseñar sus nuevos coches son la mejor fuente de información a la hora de evitar lagunas técnicas. Por ejemplo, un mal mayor en el automóvil moderno es la falta de visibilidad en diagonal del conductor debido a la utilización de gruesos pilares. La fórmula secreta en Honda es desarrollar parabrisas panorámicos que proporcionen un mayor ángulo de visión al conductor, lo cual exige utilizar materiales con una composición específica en ciertos elementos clave del coche. Honda, por ejemplo, emplea aceros de ultra alta resistencia, así como un proceso especial de unión, soldado y refuerzos para que el pilar A delantero de sus vehículos puedan ser rígidos como una roca en beneficio de la seguridad, pero a la vez, ultra-delgados para conseguir aumentar el campo de visión.
Tecnología Honda: Los beneficios
Coches como el Honda Jazz y el Honda Crosstar de utilización eminentemente urbana, pueden aprovechar este concepto técnico para añadir al parabrisas delantero una perspectiva tridimensional mediante una superficie acristalada adicional a ambos lados y que crean un campo de visión mayor, con la finalidad de disminuir el riesgo de atropello a peatones —especialmente, niños de poca altura o ciclistas a la hora de conducir en ciudad.

Soluciones que facilitan la vida a bordo son el mejor valor añadido a la seguridad, por anecdótico que pueda parecer determinados elementos: mandos en el lugar adecuado, disposición ergonómica, calidad de vida a bordo para los ocupantes, facilidad de carga. Cuando puedas, analiza esos pequeños detalles de cualquier Honda, de hoy o de ayer, y caerás en la cuenta de que nada queda al azar. La conectividad se ha impuesto, y Hoda Connect ha sabido interpretarla en cada nueva generación, bien sea en sus sistemas con pantalla táctil horizontal de 9 pulgadas, un sistema que mantiene islas de botones físicos perfectamente emplazados para que el conductor no tenga que levantar la espalda del asientos a la hora de manipularlos, o la de 15,1 pulgadas en posición vertical que utiliza el nuevo SUV eléctrico e:Ny1, divida en tres secciones independientes y con las funciones esenciales en cada sector.

Los Honda Magic Seats, de los que hemos hablado anteriormente, es la estrategia más audaz para aprovechar esos espacios que en otros coches serían inoperativos: gracias a que debajo de los asientos posteriores Honda ha podido reubicar contenido técnico, éstos permiten levantarse desde la base —como si fueran las butacas de un cine— para poder introducir objetos de gran volumen a bordo, colocar bolsas de diferentes tamaños bajo los asientos o incluso convertir el habitáculo en una ocasional cama en la que descansar. Gracias a este sistema un vehículo urbano como el Honda Jazz puede ampliar su capacidad de carga desde los 304 hasta los 1.205 litros y en el caso del Honda HR-V, hasta los 1.280 litros.
Las ventajas estructurales se extienden a modelos como el Honda CR-V, un SUV de tamaño medio-grande orientado a la familia. Incluso en sus versiones de tracción total, su túnel de transmisión apenas tiene relieve permitiendo que se acomoden fácilmente tres personas en las plazas posteriores, pudiendo encontrar el punto justo de confort gracias a los asientos reclinables en 8 posiciones o con 18 cm de recorrido longitudinal. Para facilitar el acceso, valgan ejemplos como unas puertas posteriores con ángulo de apertura de prácticamente 90 grados.

Y es que, nada es casual. Un maletero con superficies regulares implica una disposición técnica pensada desde el momento en el que se diseña el automóvil desde cero: dónde y cómo anclar elementos de la suspensión, amortiguadores, muelles, etc para que sean lo menos intrusivo posibles en el habitáculo. Las complejidades son incluso mayores en vehículos híbridos que tienen mayor número de componentes, incluyendo una batería, barreras que no han impedido que, por ejemplo, el Honda CR-V con nueva tecnología híbrida enchufable tenga una capacidad de maletero de entre 635 litros a 1.728 litros.
Partiendo de este principio, se encadenan el resto de conceptos: ligereza, tecnología líder en motores —algunos de ellos con un rendimiento termodinámico del 41%—, revolucionarios sistemas híbridos o una magistral puesta a punto para para encontrar el mejor equilibrio dinámico posible. Para 2026, Honda marca iniciará una nueva era ya anticipada en coches-concepto como el Saloon o el Space-Hub, pero todos ellos pretender seguir revolucionando el automóvil desde la filosofía M-M.
También puede interesarte
Honda Prelude concept: la deportividad en la era electrificada de Honda
Prueba Honda e:Ny1: la nueva apuesta eléctrica en formato SUV
Prueba Honda CR-V: más grande, tecnológico y estrenando mecánica híbrida enchufable