Consumos reales en un viaje de más de 1.000 km y explicación del sistema híbrido del EBRO S400.
Además de la prueba general del modelo, hemos querido poner el foco en el comportamiento del sistema híbrido del EBRO s400 en carretera. Para ello, realizamos un recorrido de más de 1.000 km entre Madrid y Ourense y aprovechamos para detallar cómo funciona su tecnología híbrida.
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En primer lugar, debemos aclarar que los vehículos desarrollados por Chery marcan el consumo medio de los últimos 50 km recorridos y este es el dato que os vamos a mostrar en la prueba. Empezamos hablando del sistema híbrido desarrollado por Chery y equipado por primera vez en España por el EBRO s400.
Así funciona el sistema híbrido del EBRO s400
El sistema híbrido del EBRO funciona en base a cuatro modos que varían en función del porcentaje de carga de la batería. Se activan automáticamente en función de las condiciones de conducción y no notaremos cuando el coche recurre a uno u otro a menos que pongamos atención en el sonido del motor, que nos puede dar alguna pista:
- Modo eléctrico puro: el motor de combustión está apagado y el eléctrico propulsa las ruedas.
- Modo tándem: a velocidades medias-bajas, el motor de combustión mueve el generador eléctrico, que produce energía para alimentar al motor eléctrico, el encargado de propulsar el coche.
- Modo paralelo: el motor eléctrico recibe una pequeña ayuda del motor de combustión a velocidades medias/altas.
- Modo de recuperación de energía: al que recurre en deceleraciones o bajadas y que convierte la energía cinética en energía eléctrica para cargar la batería.
Modos de conducción y frenada regenerativa
El EBRO s400 permite ajustar el nivel de regeneración de la frenada en tres intensidades, aunque en ningún caso llega a detener el coche por completo.
A ello se suman dos modos de conducción:
- Eco: prioriza la eficiencia, suavizando la respuesta del acelerador.
- Sport: incrementa la rapidez de reacción y aporta más fuerza al conjunto.
La diferencia entre el comportamiento del s400 con uno y otro es notable. Aunque no existe un modo intermedio -el que conocemos en otros coches como “Normal” o “Comfort”- el modo Eco es más que suficiente para el día a día, mientras el Sport puede ayudarnos en momentos puntuales al adelantar por carretera.
Consumo en carretera: la prueba Madrid-Ourense
En ciudad, el motor de combustión rara vez entra en acción -sí aceleraciones a fondo puntuales-, lo que permite mantener consumos por debajo de los 5 litros con frecuencia. Eso sí, siempre que la batería de 1,83 kWh de capacidad haya almacenado energía suficiente para mover al SUV sin ayuda del motor eléctrico.
La cosa cambia una vez nos introducimos en autopista, donde las cifras se disparan incluso por encima de los 7 litros. Que estos resultados no te alerten, son cifras “pico” que se ven compensadas por circunstancias más favorables.
Por ejemplo, en la subida de un puerto de montaña precisa del máximo esfuerzo del motor de combustión -aquí entraría el modo paralelo- mientras en la bajada aprovecha la inercia y mantiene o recupera energía para almacenarla en la batería -pasa a circular en modo de recuperación de energía-.
Un tramo de autopista
Durante la prueba circulamos siempre a velocidades legales, manteniendo en autopista una media de 120 km/h exactos según GPS. En determinados tramos -carreteras secundarias, túneles o zonas en obras- fue necesario reducir a 100, 90 o incluso 40 km/h. En líneas generales, la conducción fue constante y sin grandes altibajos, reproduciendo el uso habitual de un viaje largo por carretera.
Durante la parada, a falta de 90 km para llegar a nuestro destino el consumo medio marcaba 5,3 litros en los últimos 50 recorridos, clavando la cifra de homologación. Con un depósito de 51 litros recorrimos 681 km. Según la autonomía restante estimada en pantalla, podrían sumarse unos 70 adicionales, aunque no lo comprobamos al completo para evitar quedarnos tirados.
¿Por qué no en circuito cerrado?
Si la prueba se realizara en un circuito cerrado, siempre a velocidades legales, podríamos exprimir el depósito hasta quedarnos literalmente sin combustible y obtener así una cifra exacta de autonomía, sin contar con la distancia estimada que aparece en la pantalla.
Sin embargo, este test busca reflejar un uso real en carretera, lo que implica también detenerse a repostar cuando se enciende el testigo de reserva, acercándonos lo máximo posible a la experiencia de cualquier conductor en un viaje largo.
Resultado final y conclusión
En total, la media es de 6,8 litros a los 100 km para la ida. De regreso a Madrid, nuestro consumo en los últimos 50 km de viaje se redujo hasta los 4,5 litros. Estos datos reflejan que, si bien el EBRO es capaz de viajar por carretera con un consumo aceptable, es en ciudad donde su sistema híbrido despunta.
El EBRO s400 ofrece consumos correctos en carretera y destaca especialmente en ciudad, lo que lo convierte en una opción a tener en cuenta para quienes buscan un SUV híbrido equilibrado y asequible.
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Tengo un s700 gasolina y el consumo no tiene nada que ver con lo que dicen los prospectos de la marca. Según mis datos llega a consumir más de 12 litros en algunas ocasiones, los 7 litros de media que indica el fabricante es un sueño para ellos no para los clientes. Si pudiera vender el Ebro lo vendería ahora mismo.
Un consumo de 6,79/100, no es para tirar cohetes. Mi Audi A4 2.0 TDI, circulando en carretera con un 20% superior a los límites establecidos (supuestamente), se queda en cifras similares, e incluso por debajo. Con un depósito de 70 litros, siempre supero los 1.000 km de autonomía.