Nos subimos al subcompacto coreano que sirve como antesala del coche más potente del catálogo de la marca: el Hyundai Kona N. Un coche de 198 CV y un aspecto muy deportivo.

El Hyundai Kona N Line X es el coche ideal para aquellos que quieren un coche potente y con fuertes tintes deportivos pero sin irse hasta la radicalidad del recién estrenado Hyundai Kona N. Un coche que mezcla elementos premium, acabados deportivos y un motor 1.6 de cuatro cilindros y 198 CV.
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Exterior del nuevo Hyundai Kona N Line X

El Hyundai Kona N Line X mantiene la estética que ha hecho triunfar al B-SUV coreano, pero le añade ciertos detalles deportivos que le sientan francamente bien. Aumenta su radicalidad de forma exponencial, hasta el punto de que mucha gente se giraba para mirar el coche, y eso que el ciudadano ha visto con total seguridad muchos Kona mientras pasea por la calle, dado su éxito comercial.
La mirada del Hyundai Kona se potencia gracias a unos faros Full LED que iluminan de forma fantástica la calzada, además de contar con unas llantas de 18 pulgadas con un diseño que le sienta francamente bien.

Los pasos de rueda de plástico dejan su lugar a otros de chapa, lo que le quita cierto aspecto campero para potenciar su potencial on-road, además de tener unos paragolpes (frontal y trasero) exclusivos para aumentar su deportividad. Desde luego, en Hyundai han logrado hacer muy ‘pintón’ uno de sus coches estrella.
La carrocería en color bitono, con el rojo como principal protagonista y el negro como tonalidad auxiliar, le permite ser un auténtico seductor para aquellos que busquen un SUV urbano con grandes dosis de deportividad. El precio de este acabado parte desde los 35.440 euros, un coste interesante, ya que sirve como escalón intermedio entre las versiones más mundanas y aquellas firmadas por Hyundai N.
Interior del nuevo Hyundai Kona N Line X

Dentro del Hyundai Kona N Line X vemos cómo los elementos deportivos de alta calidad le sientan muy bien. Destacan los asientos, que ahora cuentan con una mayor capacidad para abrazar a piloto y copiloto. Estos llevan la letra N en el centro del asiento.
El confort es amplio gracias a la buena capacidad de regulación que ofrece el volante y los asientos en la parte delantera. Detrás, la altura es la mejor parte de esta segunda fila de asientos, aunque la anchura y el espacio para las rodillas es limitado, como sucede en todo SUV-B.

El habitáculo está presidido por una completa pantalla táctil que resulta muy intuitiva y sencilla de manejar, gracias a la ausencia de amplios submenús y a su interfaz. Se complementa con la instrumentación digital, que resulta muy agradable de ver y utilizar. Me gusta cómo cambia su temática en función del modo de conducción escogido.
Aunque los materiales plásticos son menos abundantes que en versiones más básicas, encontramos aún muchas superficies de este material. Aunque como os hemos contado en muchas ocasiones, las calidades habituales de Hyundai en este aspecto son altas y dan muestras de ser duraderos.

El volante multifunción es compartido con otros Hyundai, aunque esto es algo bueno, ya que resulta muy fácil de usar. Tiene los botones justos y muy bien posicionados, de tal manera que es sencillo adaptarse en tan solo unas pocas horas.
En cuanto al maletero, mantiene las medidas que ya tenía: 361 litros. Se trata de una cifra fantástica para tratarse de un vehículo del segmento B, por lo que, aunque no es un coche pensado para viajar, puede hacerlo sin ninguna clase de problema.
Motor y comportamiento

El Hyundai Kona N Line con cambio automático DCT me parece un coche ideal para aquellos que busquen un SUV del segmento B con ciertas dotes deportivas, aunque es cierto que estas se limitan a la potencia de su motor y a su aspecto: si quieres sensaciones verdaderamente radicales, tendrás que apostar por el Hyundai Kona N.
La suspensión es algo más firme que en las otras versiones para limitar el balanceo que sí tienen los habitantes de las gamas más bajas, pero aún así tiene cierto nivel de balanceo. Normal, por otro lado, ya que este coche no puede ser una roca a la hora de superar badenes o baches, dado su original carácter urbano.

La frenada es firme, por lo que detener este coche es sencillo y se puede hacer de forma precisa. Me ha gustado el tacto del freno, algo que suele ser un común denominador en la marca coreana. Gracias a su tracción total, reparte el par en función de las necesidades de cada eje, por lo que no solo puede recorrer pistas con suficiencia, sino que le ayuda a ser más preciso en curva, reduciendo la posibilidad de subvirajes y sobrevirajes.
Con sus 198 CV, este coche tiene muy buenas reacciones cuando pisamos el acelerador, ya que permite salir de cualquier atolladero que requiera cierto nivel de velocidad. Esto no solo es algo positivo para ir rápido, sino por seguridad.

Esta combinación de elementos no le hace un coche ideal para un circuito (algo que sí es el Kona N), pero nos permitirá disfrutar como enanos de una carretera de curvas. Sin ser tan preciso como un subcompacto, dada su altura libre al suelo, el Hyundai Kona N Line X es muy divertido.
Equipamiento

El Hyundai Kona N Line X cuenta con un equipamiento tope de gama dentro del catálogo de este coche. Por ello, lleva todos los extras disponibles. El listado completo incluye llave inteligente, Apple CarPlay, Android Auto, cargador inductivo, pedales deportivos, llamada eCall y manetas metálicas.
Los asientos son eléctricos, térmicos y ventilados, además de contar con techo solar deslizante. El sistema de navegación cuenta con pantalla táctil de 10,25 pulgadas o sonido de alta calidad Krell con subwoofer.
En cuanto a las ayudas a la conducción, cuenta con detector de ángulo muerto, alerta de cambio de carril y aviso pre-colisión, entre otras cosas.
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