¿Mito o realidad?, ¿cuál es la pérdida de capacidad?, ¿hay forma de revertirlo? Resolvemos estas dudas y explicamos qué ocurre con las baterías de coches eléctricos.

Los lanzamientos de coches eléctricos nuevos no paran y las marcas siguen su camino hacia la electrificación con la intención de que aumente el interés en el mercado por este tipo de vehículos. A día de hoy muchas son las dudas sobre la vida útil de las baterías de coches eléctricos y cuál es su degradación real ¿es tan grave como dicen?
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La batería de un coche eléctrico
Los coches eléctricos funcionan gracias a la combinación de dos elementos: una batería eléctrica y uno o varios motores eléctricos. Esta es una manera muy básica de plantearlo y es que son muchos los sistemas que permiten el funcionamiento de un vehículo BEV, sin embargo para lo que queremos explicar es más que suficiente.

Hay muchos tipos de baterías aunque en el mercado predominan las de Ion-litio (como la de los teléfonos móviles). Dentro de estas existen otras categorías según su composición (LiFePO4, NCM de níquel-manganeso-cobalto, NCA de níquel-cobalto-aluminio) pero todas ellas comparten una misma característica: se degradan.
¿Por qué se degradan?
La batería de un coche eléctrico está compuesta de varias celdas y cada una de ellas a su vez por un cátodo o electrodo positivo y un ánodo o electrodo negativo. Ambos están sumergidos en un electrolito. Estos componentes se degradan a causa de varios factores entre los que se encuentran:
- Ciclos de carga y descarga
- Temperaturas extremas
- Valores de carga altos de forma constante
- Edad de la batería

Este proceso de deterioro es irremediable y es completamente normal. Es algo que también ocurre en motores de combustión aunque de una manera distinta. Los componentes se deterioran y con el tiempo deben cambiarse, es el caso del aceite, los soportes del motor, los silemblocks, los frenos y “un largo etcétera” que forma parte de la vida útil de un vehículo.
¿Hay alguna solución?
Realmente no. Los fabricantes investigan en implantar baterías de ion-litio y estado sólido que reduzcan la degradación drásticamente. Son el “objetivo a lograr” en los próximos años pero de momento no es la normalidad. Ahora, sí existen prácticas para reducir al máximo posible la degradación de una batería y prolongar su vida útil.
Cuidar la batería de tu coche eléctrico

En primer lugar, hay un porqué en mostrar la capacidad de carga rápida de los coches eléctricos del 20 al 80 por ciento en las pruebas de Auto10. Los fabricantes reflejan este porcentaje como el más indicado para preservar las propiedades de las baterías el máximo tiempo posible.
Igual que un teléfono móvil. Los ciclos de carga recomendados abarcan del 20 al 80 por ciento del porcentaje de la batería. En un esfuerzo por llevar nuestro coche eléctrico al 100% de la carga constantemente podríamos hacer que la capacidad de su batería se fuera mermando mucho más rápido.

Cargar un coche eléctrico a la temperatura óptima también ayuda a evitar sobreesfuerzos que pueden provocar la pérdida prematura de capacidad de la batería. Las baterías sobrecalentadas se degradan mucho más rápido y también se indica que dejar que las baterías se agoten por completo es muy perjudicial.
El estilo de conducción también influye así que, es cuestión de adaptarnos a la forma de conducir con un coche eléctrico y a los distintos cuidados que precisa la batería para alargar al máximo posible su vida útil.
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