El grupo neerlandés nos ha presentado sus próximos lanzamientos de modelos movidos por hidrógeno. Por países, España sigue sin aparecer en la hoja de ruta.

Llevamos mucho tiempo hablando de los vehículos de pila de combustible de hidrógeno, pero no terminan de llegar al mercado. Aunque, como vimos en la presentación de Stellantis ProOne algunos fabricantes todavía siguen apostando por este tipo de energía, que emite cero emisiones como pasa con los eléctricos, pero bajando la operación del repostaje a menos de cinco minutos.
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Esta estrategia del grupo Stellantis no es nada nuevo. En el periodo del 2022 y 2023 ya empezaron a rodar las primeras unidades con hidrógeno de su gama mediana en Francia y Alemania. Eso sí, fundamentalmente su destino ha sido directamente a flotas de empresas como la de Suez, pero no a clientes particulares.

Para conocer un poco más sobre este primer modelo que se denominó Peugeot e-Expert Hydrogen debes saber que cuenta con un motor de 100 kW (136 CV) y 260 Nm, mientras que la pila de combustible tiene 90 kW (122 CV). Gracias a que cuenta con tres depósitos de hidrógeno puede almacenar 4,4 kg de dicho gas y proporcionar una autonomía de 400 kilómetros. Además, suma otra batería de 10,5 kWh por si se acaba el combustible principal y puede ser recargada con una toma de 11 kW.
Una vez dado el primer paso, los compañeros de Stellantis ProOne nos anunciaron que en este 2024 les toca el turno al tamaño grande de sus comerciales. La idea es seguir en los países antes mencionados, pero también incorporar a la cartera otros nuevos en Europa como podría ser Bélgica. Y ya de cara a 2025 se adentrarían en el mercado de Estados Unidos. Incluso en la diapositiva en donde se nos exponía a los periodistas estos periodos aparecía un futuro pick-up sin fecha confirmada todavía.

En el caso concreto de estas furgonetas grandes, hablamos que cuentan con un motor de 110 kW (150 CV) y 410 Nm, mientras que la pila de combustible tiene 45 kW (61 CV) de potencia. Se le han instalado cuatro depósitos de hidrógeno cuya capacidad es de 7 kg y con ello esperan poder homologar una autonomía cercana a los 500 kilómetros. Además, dispone de una batería extra de 11 kW por si se acaba el gas, que se puede recargar con cable y que otorga otros 50 kilómetros más de rango. Todo ello sin perder sus capacidades, ya que sigue teniendo una caja de 17 metros cúbicos de capacidad y puede transportar hasta 1,3 toneladas (medidas para la carrocería L4).
El problema que le veo yo a los vehículos de hidrógeno es la falta de infraestructura, muy alejada de los cargadores eléctricos de los que muchos hoy en día siguen pidiendo muchos más. Según datos de Stellantis ProOne actualmente existen en Europa menos de 150 surtidores de 700 bares, porque repostando por debajo de esa presión el vehículo perdería autonomía. Lo que esperan es que con la normativa dictada por la Unión Europea para impulsar esta forma de energía se pueda llegar a una cifra cercana a los 500 en el año 2030.

¿Y en España? Pues sinceramente lo veo bastante complicado, porque actualmente el único punto conocido funcionando a 700 bares es de titularidad privada, en concreto el de Toyota situado en la capital, y teniendo en cuenta lo que está costando implantar los postes eléctricos, no creo que esto vaya a ir mucho más rápido. Además, incluso los responsables de Stellantis ProOne omiten a nuestro país a la hora de hablar de sus próximos mercados.
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