Las formas que tienen los SUV más voluminosas tienen muchas ventajas, pero también acarrean un peso extra que desgasta más algunos componentes.

Decir que los SUV son los vehículos más populares del mercado es una obviedad. Tan solo basta con revisar las últimas cifras de ventas de coches en nuestro país para comprobar que en este 2023 ya se han matriculado 377.276 unidades, lo que supone un 58,71% de las ventas totales del mercado. Pero lo que quizás no sepan algunos de sus compradores es que este tipo de coches requieren una mayor revisión en ciertos elementos de desgaste como nos cuentan desde Norauto.
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Los vehículos de tipo SUV han cautivado a los compradores, no solo españoles sino también de toda Europa, por ofrecer una mayor facilidad de acceso al habitáculo al ser más altos, unos maleteros con más volumen, una mejor disposición a la hora de colocar a los niños en sus sistemas de retención infantil y una posición elevada de conducción.

Pero todas estas ventajas han acarreado un aumento de peso significativo, que al final se termina notando. Por ello, como nos comenta Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos Taller de Norauto, “hace que haya determinados componentes del vehículo tengan un desgaste más prematuro. Concretamente, los neumáticos, los amortiguadores, las rótulas y los frenos”.
Empezando por las neumáticos, desde Norauto indican que son los primeros elementos que deben hacer frente al peso que suma una carrocería SUV. La idea es tenerlos frecuentemente revisados tanto en factores como el desgaste como en la presión, sin olvidar otros aspectos como bultos, cortes o deformaciones. También se recomienda adquirir las referencias comercializadas para este tipo de coches.

Siguiendo un poco la línea que nos acerca desde la carretera hacia nosotros como conductores, el siguiente elemento después de los neumáticos son los amortiguadores y las rótulas, de nuevo con el peso como culpable. Dado que no es una cosa que se pueda comprobar fácilmente, desde Norauto aconsejan acudir al taller para su revisión. De todos modos hay algunas pequeñas pistas como que se produzca un desgaste irregular en los neumáticos o vibraciones en el volante.
Por último nos quedarían los frenos, destinados a tener que detener toda esa masa en movimiento que tiene un SUV. Por este motivo, lo normal es que se deterioren antes, pero también dependerá del estilo de conducción que hagamos en el día a día. Si tu coche tarda más en frenar o emite algún ruido al hacerlo, te estarán dando un aviso de que tienes que acudir al taller.
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