ITV Voluntaria: comprueba tu coche antes de irte de vacaciones pero ojo a las condiciones

Pasar la Inspección Técnica de Vehículos es obligatorio para prácticamente todo el parque móvil en España y podemos solicitar una cita preventiva para asegurarnos de que nuestro coche circule en perfectas condiciones

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es obligatoria para todos los vehículos en circulación bajo una serie de condiciones concretas. Una vez nuestro coche cumple los 10 años de antigüedad, las revisiones de ITV son anuales y pueden pasarse hasta un mes antes de la fecha límite.

Los riesgos de las ITV caducadas

Recordamos que circular con la ITV caducada, con un resultado desfavorable o negativo conlleva una sanción de 200 a 500 euros y además si tu coche se ve involucrado en un accidente, las compañías aseguradoras no se harían cargo de ningún daño o indemnización.

Si las autoridades te paran con la ITV negativa podrían inmovilizar el coche y solo tendrás la posibilidad de llevarlo en grúa hasta el taller más cercano y de la misma forma, a la estación de ITV más cercana. Lo más sencillo es mantener la ITV en vigor y evitar problemas que te estropeen las vacaciones.

Para afrontar un viaje de vacaciones de verano la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos, AECA-ITV recuerda que es posible pasar una inspección de tipo voluntaria, la denominada ITV Voluntaria. Este tipo de operación sirve para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro coche y emprender nuestro camino de forma segura.

¿En qué consiste la ITV voluntaria?

La ITV voluntaria es un tipo de inspección que se realiza de forma extraordinaria en nuestro coche, es decir, no sustituye a la inspección periódica convencional. Se puede acometer en cualquier momento y existen dos tipos de inspección a realizar, una más completa, idéntica a la que tendríamos que pasar de forma anual y la segunda opción enfocada a la comprobación de un sistema en concreto: frenos, dirección o emisiones.

Este tipo de Inspecciones técnicas pueden ser incluso más económicas, aunque no tienen por qué. Una ITV periódica ronda de media en Madrid los 40-60 euros y su precio puede variar según la estación y la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos. Normalmente nos ofrecerán ofertas especiales en determinadas estaciones si somos clientes habituales o si solicitamos una cita previa con antelación, el ahorro puede ser de hasta un 50 por ciento.

¿Para qué quiero yo pasar una ITV voluntaria?

Existen usuarios que tienen serios problemas para pasar la ITV por diversos motivos tales como: modificaciones, mal estado de algunos componentes, averías que no detectan “al volante”. Para muchos conductores con una inspección obligatoria al año es suficiente (y cruzando los dedos cuando llega el operario a nuestro coche por si trae la bendita pegatina), pero en otros casos, una ITV voluntaria es conveniente.

Por ejemplo, queremos comprar un coche de segunda mano con su ITV en regla que está en dudoso estado de conservación. Con la ITV voluntaria podemos visitar una estación oficial y comprobar antes de hacer la transacción si tendremos problemas en una segunda visita anual cuando el coche ya sea nuestro. Otro caso, salimos de vacaciones y nos preguntamos si un amortiguador está en mal estado porque “lleva tiempo dando guerra”, podemos solicitar una inspección parcial para cerciorarnos de que debemos sustituirlo antes de salir a carretera o no.

Seguimos en el segundo ejemplo, pero esta vez ante un escenario menos halagüeño: ¿qué hacemos si se detecta una avería grave que nos impide circular de forma segura con nuestro vehículo? El proceso es el mismo que el de una ITV obligatoria, reparar o solucionar el defecto encontrado y volver a pasar una nueva inspección para verificar que todo esté “OK”. Así que atención porque, por mucho que se trate de una ITV voluntaria debemos reparar nuestro coche y volver a pasar una nueva inspección con resultado favorable para circular con nuestro coche.