Las señales de tráfico no tienen fecha de caducidad, pero si una de reposición recomendada. Cuando están en mal estado pueden dificultar la conducción.

Con el paso del tiempo las señales verticales que encontramos en las vías por las que circulamos se terminan estropeando y es necesario cambiarlas. A diferencia de los alimentos estas no cuentan con una fecha de caducidad, pero sus fabricantes si que anotan una, la de reposición recomendada. Esta suele coincidir con la de finalización de la garantía de las láminas reflectantes, que son las que permiten que se vean bien por la noche.
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A medida que pasa el tiempo se debe comprobar si el color o a retrorreflexión (la característica de reflejar) se han visto afectadas por la incisión de los rayos del sol o, si siguen cumpliendo las normativas europeas. Si todo sigue en orden se puede alargar la vía útil de las señales, pero si no es recomendable realizar el cambio para no poner en riesgo a los conductores que circulan por la vía.

Cuando hablamos de que una señal está caducada se hace referencia a que por su manipulación se provocado que no se pueda leer de forma correcta durante la noche. Según la Asociación de Fabricantes de Señales Metálicas de Tráfico (AFASEMETRA) sería recomendable poder contar con un registro real y público, en el que se indicase el número de señales de tráfico que existen, en el que se detallasen las que están deterioradas y los cambios que habría que realizar para cumplir con la normativa europea.
Según informa esta asociación, en el año 2018 BP España, Castrol y el RACE realizaron un estudio en el que destacó que 22% de las personas encuestadas admitía que no conoce el significado de todas las señales, el 73% había tomado decisiones incorrectas debido a la mala señalización y el 91% afirmó que la señalización vertical es un aspecto fundamental para garantizar una conducción segura.
Hay que tener en cuenta que la señalización es la manera por la que se informan los conductores de lo que pueden encontrarse mientras circulan, es decir, ofrece un marco seguro para poder conducir de manera segura. Por ese motivo, todo aquello que contribuya a aumentar la seguridad y a salvar vidas tendrá un coste bajo en relación con el beneficio que puede generar al mejorar la seguridad vial.