Atentos conductores de coches con etiqueta C: llegan las primeras restricciones

Los vehículos con etiqueta C tampoco se libran de las restricciones de las zonas de bajas emisiones que el próximo año 2025 se endurecerán

La carrera europea por acabar con la contaminación en las ciudades no tiene límite. En un país como España donde el parque móvil tiene una antigüedad de 14,2 años y la mitad de los coches en circulación tiene más de 15 años según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) las restricciones de las grandes ciudades se endurecen. Ahora no solo son los coches sin etiqueta medioambiental se ven afectados sino que le llega el turno a los vehículos con etiqueta B y C, la gran mayoría en circulación.

Las nuevas restricciones y las que ya existían

En grandes ciudades como Madrid incluso los vehículos más modernos con etiqueta C de la DGT tienen limitado el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones. En Madrid solo es posible entrar si se realiza el estacionamiento en un parking o si se es residente, en Barcelona, por otra parte, la circulación de este tipo de coches es completamente libre.

La cosa se pone aún más seria porque los coches clasificados bajo la etiqueta medioambiental A, es decir, que no tienen etiqueta, no podrán circular en la ciudad de Madrid independientemente de si el conductor o propietario está empadronado en la zona en la que se aplican las restricciones a partir del 1 de enero de 2025.

Aún no existe una fecha concreta que limite la circulación de los vehículos con etiqueta B o C pero dado que la Unión Europea reveló que a partir de 2035 quedará prohibida la venta y matriculación de vehículos que emitan CO2 (cualquier coche de combustión) las restricciones aumentarán paulatinamente también en las ciudades españolas.

Así cambian las limitaciones en España

En Getafe (Madrid), 2027 es la fecha señalada en la que los coches con etiqueta C tendrán que aparcar en un parking para acceder a las ZBE. Mismo año en el que Málaga aplicará limitaciones mientras otra localidad andaluza, Estepona, se adelanta a 2025 para limitar la circulación de coches sin etiqueta, B y C en horario de 8 de la mañana a 9 de la noche.

Otras comunidades autónomas del norte de momento aplican limitaciones sólo a los vehículos con etiqueta B: Bilbao nada de circular a partir de abril de 2025 con la excepción de los residentes y San Sebastián hará lo propio pero en 2028.

De hecho, los municipios cuya población supere los 50.000 habitantes tendrán que aplicar restricciones según la etiqueta medioambiental de los vehículos en circulación para adaptarse a la normativa vigente que, a falta de dos meses de acabar este año 2024, aún no se cumple.

La normativa CAFE: aún menos emisiones

En 2020 la normativa europea de emisiones denominada Clean Air For Europe (CAFE) establece un valor máximo de 95 g CO2/km de contaminación a la atmósfera de media para las gamas de los fabricantes y se estima que finalmente se aplicará a las marcas a principios de 2025.

El resultado de esta decisión es que las empresas que fabrican automóviles tendrán que afrontar multas de 95 euros por cada gramo superado en cada vehículo. Por ejemplo, si un vehículo homologa unas emisiones de 110 g/CO2 a la atmósfera la marca tendrá que abonar en materia de sanción europea 375 euros por cada vehículo vendido, si consideramos solamente el mercado español y tenemos en cuenta un volumen de venta de 1.000 coches al mes, hablamos de 375.000 euros solamente en un mercado, durante un mes y en un solo modelo. Ahora solo queda multiplicar por el número de mercados en los que opera cada marca en un periodo anual para obtener así cifras espeluznantes.

Todo esto puede derivar en un aumento de precios, la desaparición del mercado de ciertas motorizaciones o incluso modelos. La verdadera cuestión es si el mercado está preparado para afrontar más limitaciones con unos vehículos cuyo precio es ahora mayor tras el fin de la pandemia.