BYD lanza una nueva berlina, de menor tamaño que el Han, con un claro carácter deportivo. Tendrá dos motorizaciones disponibles con la misma batería y autonomías por encima de los 500 km. Parte de los 46.990 euros.

BYD sigue ampliando su gama de modelos en nuestro país. Su quinto integrante se trata de una berlina completamente eléctrica, la segunda tras el lanzamiento del BYD Han, que implícitamente llega para luchar con el Tesla Model 3, el modelo más vendido en nuestro país de este tipo. Y, además, lo hace con un claro carácter deportivo tanto en lo estético como en su comportamiento.
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BYD Seal: un diseño de berlina deportiva
Dentro de la gama actual de BYD, este Seal cuenta con una personalidad propia, ya que ni si quiera se ha inspirado en el más grande BYD Han. Y creo que el conjunto que forman ese capó tan marcado, junto con los faros afilados, más el detalle de las líneas que forman la iluminación diurna le otorgan ese carácter deportivo que comentaba al principio.

Pero ahí no acaban los detalles. Desde una vista lateral encontramos otros que aportan las mismas sensaciones como la flecha en negro colocada sobre las aletas delanteras, la caída del techo en la parte trasera o esas pequeñas aletas por debajo de las puertas como soluciones aerodinámicas. Mientras que las llantas siempre serán las que ves en las fotografías de 19 pulgadas.
Este BYD Seal utiliza la misma plataforma modulable (la e-Platform 3.0) de los BYD Atto 3 y BYD Dolphin, pero mucho más estirada. Tanto que la berlina asiática alcanza los 4,8 metros de longitud, por encima del Tesla Model 3, y parejo con los BMW i4 e Hyundai IONIQ 6. Es un coche con una anchura generosa de 1,87 metros y tirando a bajo, ya que parte de los 1,46 metros. Y su maletero es pequeño comparado con su competencia, con sus 400 litros, aunque suma otros 53 litros en la zona delantera.

Y llegamos a la zaga de este BYD Seal. De nuevo la marca china vuelve a utilizar la iluminación de lado a lado, aunque en los extremos la ha adornado con numerosos puntos LED que le aportan un toque moderno. Sin faltar los detalles deportivos, como las salidas de aire laterales en el paragolpes o ese marcado difusor en color negro.
El culmen a toda esta estética deportiva del BYD Seal la marcan los asientos. Cuentan con unos buenos “pétalos” que nos agarran perfectamente, el reposacabezas integrado, tapicería de cuero, así como detalles diferenciales como reglaje eléctrico, ventilación, calefacción y memorias. Y además, pueden ir bastante bajos.

Mirando el salpicadero desde estos asientos me resulta curiosa la “independencia” de salpicaderos que hay en BYD. En el caso del Seal es completamente diferente a lo que habíamos visto hasta ahora en cuanto a su diseño y colocación de los elementos. Todo ello es acompañado por buenos materiales y ajustes de gran nivel.
Durante los kilómetros que pude conducir este BYD Seal no noté problemas de visibilidad en el panel de instrumentación, que no tiene visera, y tiene un tamaño de 10,25 pulgadas. En el acabado Excellence, el más alto, puede ir acompañado del Head-up Display, del que me sorprendió lo grandes que mostraba los números para verlos mucho mejor. A su derecha de nuevo se recurre a una multimedia de gran tamaño (15,6 pulgadas), que se puede colocar vertical u horizontal.

En otros apuntes de este puesto de mando tenemos un volante de gran grosor y en la consola central se hace hueco a dos cargadores inalámbricos para móviles, así como la coqueta palanca de cambios con ese aspecto acristalado. La única pega para mí es que en esos botones que la rodean no está el que modifica la regeneración de la frenada (Estándar y High) como en otros BYD. Para cambiarlo tendrás que hacerlo a través de la pantalla, como otras funciones importantes como el climatizador, lo que le resta practicidad mientras conduces. Y también cuenta en el apoyabrazos con un lector de NFC, que con el ubicado en el retrovisor exterior, nos permitirá conducir el coche sin llevar la llave encima.
También brevemente me pude sentar en las plazas traseras de este BYD Seal. Sus asientos son bastante cómodos y me gustó el espacio disponible tanto para las piernas como en anchura. Y luego tenemos el suelo plano, por si necesitamos aprovechar la plaza central. Y desde aquí podrás apreciar el techo solar panorámico de grandes dimensiones, de serie desde el acabado de acceso denominado Design.

Gama BYD Seal: dos motores y una batería
Como ha sucedido con los anteriores lanzamientos del fabricante chino, en este BYD Seal se volverá a apostar por mecánicas completamente eléctricas. Para la berlina se ha decidido ofrecer dos posibilidades para nuestro mercado, una con propulsión trasera con un motor en el eje posterior que cuenta con 230 kW (313 CV) y 360 Nm de par.
Por encima de esa estaría la variante de tracción total 4WD, que se consigue añadiendo otro motor eléctrico para que se encargue del eje delantero. La combinación de ambos provoca que la potencia aumente hasta los 390 kW (530 CV) y 670 Nm de par. Con estas cifras consigue completar al 0-100 km/h en 3,8 segundos, mientras que el anterior se queda en 5,9 segundos, que también está muy bien.

En cuanto a la batería que alimenta al sistema, en las dos variantes del BYD Seal es la misma. Conocida como “Blade Battery” por su diseño, su capacidad es de 82,5 kWh, y como curiosidad forma parte del chasis del coche, lo que permite aumentar la rigidez del conjunto. Gracias a ella se consiguen 570 y 520 kilómetros de autonomía respectivamente. Podremos cargarla en corriente alterna a un máximo de 11 kW y en corriente continua a 150 kW (26 minutos para llegar al 80%).
Y como he venido comentado en el análisis del interior de este BYD Seal, la berlina asiática contará con dos niveles de acabados, aunque con una peculiaridad. El Design es para el primer motor explicado arriba, mientras que el Excellence es para el 4WD y lo único que tiene de más en su dotación de serie es el Head-up Display. Lo demás va todo incluido.

Precios del BYD Seal
Al igual que pasa en su tamaño, el BYD Seal se coloca por precio dentro de la gama del fabricante asiático por encima del BYD Atto 3 y bastante por debajo del BYD Han. En concreto, con la unidad de potencia de un motor y el acabado Design su precio es de 46.990 euros, aunque con los descuentos comerciales actuales de la marca más el Plan MOVES III se quedaría en 36.900 euros. Para el Excellence partimos de 48.990 euros, y con las mismas ofertas antes indicadas baja a 40.780 euros.
Toma de contacto del BYD Seal
Para empezar esta toma de contacto me voy a mojar un poco con el BYD Seal. A mí su puesto de mando y salpicadero me parecen de más nivel por diseño y materiales que lo que puedes encontrar en un Tesla Model 3, pecando ambos de su gran dependencia de la pantalla para realizar diferentes funciones.

Por suerte para mí, la unidad de pruebas que pude conducir era la 4WD, la más potente de las disponibles. Realizando casi todo el recorrido con el modo Normal activado os puedo decir que el empuje es escandaloso. Tanto como para plantearse si son necesarios 390 kW, aunque en este caso me lo pasé de lo lindo.
También ayudo el tacto que se le ha otorgado a este BYD Seal. Tras haber probado los BYD Dolphin y BYD Atto 3, con los que comparte plataforma, mi mente esperaba encontrar una configuración parecida y la verdad que se diferencian mucho. Empezando por la propia dirección, que aunque le sobra algo de asistencia es muy directa cuando se circula en carretera de curvas. Le acompañan una suspensión adaptativa con dos niveles, de tarado firme pero sin llegar a ser incómoda, y un buen sistema de frenos.

Tuvimos también tiempo de “toquetear” un poco las diferentes configuraciones de este BYD Seal. Entre los modos disponibles, además del antes mencionado Normal, también tenemos un Eco, que frena bastante el ímpetu del coche, mientras que el Sport lo vuelve mucho más incisivo. Y en cuanto a las frenadas de emergencia, la denominada como High me pareció un poco brusca, sobre todo si conduces más animado.
De lo que no te podré hablar en esta primera toma de contacto del BYD Seal es sobre sus consumos o autonomías, ya que la conducción realizada no fue lo más eficiente posible.
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