Seguridad, carreteras y neumáticos: el mantenimiento es la clave

 

 

El RACE y GoodYear han realizado un informe en el que se pone de manifiesto la relación que existe entre el estado actual de nuestras carreteras y los neumáticos del vehículo. Del estudio se obtienen conclusiones muy interesantes, que sirven para realizar recomendaciones de cara a mejorar la seguridad de los conductores.

Carreteras en mal estado

Empezando por las carreteras y su estado de conservación, la primera cifra llama la atención: la inversión en el mantenimiento de las carreteras en nuestro país se ha reducido un 27 por ciento en los últimos años. Según informes de la Asociación Española de la Carretera, más de un 70 por ciento de la red viaria actual tiene deficiencias en el estado del asfalto.

 

 

Y aquí entra en juego un factor del que no se suele hablar a menudo: el coeficiente de rozamiento transversal CRT, un parámetro que se utiliza para medir la adherencia entre el asfalto y los neumáticos. Para que te hagas una idea, una carretera nueva tiene un CRT de entre 0.7 y 0.8. Con el paso del tiempo y del tráfico, el asfalto se deteriora y ese CRT disminuye. Un CRT inferior a 0,5 puede empezar a considerarse preocupante, y por debajo de 0,35 estaríamos hablando de asfalto con agarre claramente insuficiente y peligroso.

No nos han facilitado el dato de cuántos kilómetros de ese 70 por ciento de nuestras carreteras con deficiencias en el asfalto tendrían un CRT preocupante o peligroso, pero sí uno igualmente relevante: distintos estudios aseguran que con el agarre adecuado entre asfalto y neumático los accidentes se reducirían en un 20 por ciento, y especialmente las salidas de vía –hasta un 40 por ciento–, en el que tiene especial incidencia el agarre. Por cierto, las salidas de vía han pasado del 30,3 al 34,8 por ciento en los dos últimos años.

Cada vez pinchamos más

Ya hemos visto lo que pasa con las carreteras. ¿Y con los neumáticos? Pues de mal en peor. Según datos de inspecciones realizadas en la ITV –año 2012, fuente ATISAE–, casi el 4 por ciento de los vehículos examinados presentaban desperfectos graves o muy graves en los neumáticos. De ellos, el 70 por ciento por un desgaste por debajo del límite permitido (aquí puedes ve cómo comprobar el desgaste de los neumáticos), y casi un 23 por ciento anomalías peligrosas como ampollas, roturas, grietas, etc.

Más datos: entre 2010 y 2012 los defectos en neumáticos por mantenimiento inadecuado ha pasado de un 77 % a un 83 %.  Y un último dato, referido a la accidentalidad: en los accidentes en los que interviene un defecto en el vehículo, 3 de cada 4 casos ese defecto está relacionado con los neumáticos. No es difícil de creer: simplemente echa la vita atrás y piensa cuándo fue la última vez que comprobaste las presiones de tus neumáticos. ¿Sabías que es recomendable hacerlo una vez al mes? Aquí te explicamos cómo medir correctamente las presiones.

Propuestas y soluciones

Entre el defectuoso estado de las carreteras y los neumáticos mal mantenidos, no es de extrañar que en el RACE, en los últimos 3 años, hayan aumentado un 20 % sus intervenciones de asistencia en carretera relacionadas con problemas en los neumáticos, principalmente por pinchazos.

Gráfica que muestra cómo aumenta la distancia de frenado en un neumático según su clasificación en "Agarre en mojado" en relación con el estado del pavimento.

¿Soluciones o medidas para evitar estos accidentes y mejorar la seguridad? Pues el RACE y GoodYear proponen varias, que más o menos todos conocemos. Lo que falta es concienciación y aplicarlas.

Así, el primer consejo es utilizar neumáticos con el mejor nivel posible de agarre, algo que ahora es fácil gracias a la etiqueta que incorporan los neumáticos.  Entre un neumático con clasificación "A" en agarre sobre mojado, y otro con clasificación "G", la diferencia en metros en una frenada de emergencia puede ser de hasta un 30 por ciento, y es aún mayor cuanto más bajo es el coeficiente de agarre CRT del asfalto.

El segundo consejo es concienciar a los conductores de que es de vital importancia llevar los neumáticos con la presión adecuada, que estén en perfecto estado y, según GoodYear, que la profundidad del dibujo esté por encima de los 3 mm, aunque la normativa marca como límite 1,6 mm.

Por último, los usuarios deben aprender a identificar esos tramos de vías en los que el pavimento no se encuentra en su mejor estado (exceso de reflejos del sol o de la luces, desprendimientos o grietas, grava suelta, zonas de Stop, tramos en los que circula mucho tráfico pesado, etc), para adaptar la conducción debido a la reducción de la capacidad de agarre. Y en este caso, lo mejor es disminuir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, anticipar mucho la frenada y evitar movimientos bruscos en la dirección. 

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