Desde julio de 2022 es obligatorio incluir en los coches de nueva homologación el detector de fatiga y somnolencia. Te explicamos como funciona

Una de las principales causas de los accidentes en España es la fatiga y la somnolencia. Por ese motivo, desde el mes de julio es obligatorio que los vehículos de nueva producción y homologación incluyan detectores de estos dos factores, que ayuden a prevenir que se produzcan más accidentes. Te contamos cómo funcionan.
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Los principales síntomas del cansancio y el sueño son la pérdida de concentración, el picor de ojos o la visión borrosa. Si esto nos sucede cuando estamos en casa o tomando algo con los amigos, no hay problema, pero sí que lo hay si nos sucede cuando estamos conduciendo. Si se da esta situación, lo recomendable es que pares, descanses y una vez desaparezcan los síntomas, podrás reanudar tu viaje.

Según informa el RACE, más del 90% de los accidentes en la carretera se deben a errores humanos y uno de los principales es la fatiga. Por ese motivo, desde la Unión Europea, obligan a que los vehículos incluyan sistemas de asistencia y ayuda a la conducción, más conocidos como ADAS, entre los que se encuentran los detectores de fatiga y somnolencia, que son obligatorios desde el pasado día 6 de julio.
¿Qué es el detector de fatiga?
Se trata de un asistente electrónico que tiene la misión de evitar que el conductor tenga una distracción provocada por la somnolencia, el cansancio o la fatiga. Además, el sistema también es capaz de avisar y alertar al conductor si percibe alguno de los síntomas, para así evitar un mal mayor.

¿Cómo funciona el detector de fatiga?
Pese a que esta tecnología lleva funcionando ya unos cuantos años, el avance que ha tenido en los últimos ha sido muy notorio. Este detector es capaz de analizar el comportamiento que tiene el conductor, gracias a una serie de sensores. Uno de ellos se encuentra en el volante, que detecta la presión que se ejerce sobre él, así como los movimientos bruscos que se realizan.
Además, cuenta con una serie de cámaras. Una frontal, que sirve para ver si la línea se pisa más de la cuenta y otra que reconoce y registra los movimientos de la cabeza y los ojos. Esta última es capaz de realizar un análisis de la dirección de la mirada, el número de veces que se parpadea e incluso, reconoce si hay expresiones de cansancio.
Cuando alguna de estas señales es detectada, en un primer momento, el sistema emite una señal luminosa, que suele estar en el cuadro de instrumentos. Si no se hace caso se activará una señal acústica, para que el piloto se percate y realice una parada para descansar.
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