Híbrido enchufable diésel: ¿por qué no hay más? Modelos en el mercado con etiqueta 0

Pese a que se podrían reducir mucho los consumos de combustible utilizando un motor diésel, las marcas no han apostado por esta fórmula.

Mercedes GLC 300 de

Sabemos que ahora mismo el precio del diésel no está en su mejor momento, comparado con el sin plomo, pero esta situación es nueva de 2022 y siempre sus propulsores han destacado por su empuje y bajo consumo. Por ello nos preguntamos por qué no ha habido más variantes híbridas enchufables con este combustible en el mercado.

Volvo los pioneros

La primera marca que se decidió a apostar por una mecánica híbrida enchufable diésel fue Volvo en 2013. Es verdad que anteriormente hubo algún prototipo con este tipo de sistema, podemos recordar un Opel Astra, pero los suecos tienen el honor de fabricarlo en serie antes que ningún otro fabricante.

En concreto se lanzó sobre el Volvo V60, solamente, el familiar de la firma sueca. Su primera variante se denominó D6 y contaba con una potencia combinada de 283 CV, así como con un excelente par motor de 640 Nm. Desgranándola, su motor de combustión era un cinco cilindros de 2.4 litros con 215 CV, mientras que el eléctrico era de 50 kW (68 CV). Con una batería de 11,2 kWh fue capaz de homologar 50 kilómetros, lo que años más tarde le ha valido contar con la etiqueta de 0 emisiones.

Volvo V60

Tres años más tarde se lanzó otra variante para este mismo Volvo V60. Más modesta en cuanto a potencia, el conocido como D5 ofrecía 231 CV y 620 Nm de par motor. Utilizaba la misma batería que el anterior y también homologaba los mismos kilómetros de autonomía completamente eléctrica (ambos con el ciclo de homologación anterior).

Entre los años 2017 y 2018, Volvo decidió dejar de desarrollar sus motorizaciones diésel y con ello se desvaneció la posibilidad de que una mecánica híbrida enchufable con ese combustible se actualizara o llegara a más modelos de la gama.

Audi también lo intentó

Otra marca, curiosamente también de las clasificadas como premium, que también lo intentó fue Audi en 2015. En este caso el protagonista fue el Audi Q7, que se comercializó bajo el nombre e-tron, denominación que ahora mismo se está utilizando para los modelos completamente eléctricos de la marca alemana.

Audi Q7 e-tron

En el caso del SUV, su potencia combinada era de 373 CV y un par máximo de 700 Nm. Su batería integrada era mucho más capaz que la de Volvo, ya que alcanzaba una capacidad de 17,3 kWh, pero al tratarse de un modelo más grande y voluminoso se traducida en que su autonomía eléctrica se quedaba en 48 kilómetros.

Este Audi Q7 e-tron quattro se vendió hasta el año 2018, pero desde entonces, aunque se hayan presentado varias versiones nuevas, en ninguna de ellas se ha vuelto a recurrir al diésel para una mecánica híbrida enchufable.

Mercedes, la superviviente

Saltamos en este pequeño recorrido por la historia de los híbridos enchufables diésel hasta el 2019, cuando Mercedes presenta este tipo de mecánica sobre un Mercedes Clase E (ya lo ofrecía en esa misma carrocería con gasolina sin plomo). Conocido como 300 de, tenía una potencia combinada de 306 CV y un par de 700 Nm, así como una batería de 13,5 kWh que le permitía una autonomía de 54 kilómetros (dos menos con carrocería Estate).

Mercedes GLE Coupe 300 de

¿Cuál fue el motivo que impulsó a Mercedes a apostar por la tecnología híbrida enchufable diésel? Pues desde la marca nos cuentan que “busca la mejor eficiencia con la mejor tecnología disponible. Combinar un motor diésel (el más eficiente = menor consumo y menores emisiones de CO2), con uno eléctrico es una opción óptima. Así lo demuestra el feedback y satisfacción de nuestros clientes”.

Al final en Mercedes terminaron por “transplantar” esta misma solución al Mercedes GLE, en su carrocería normal y Coupé, al Mercedes Clase C y al Mercedes GLC, de nuevo en sus dos carrocerías. Pero lo curioso es que de aquí no han pasado a otros segmentos y al preguntar a la marca sobre futuros modelos nos comentan: “a corto plazo sí tenemos previstos continuar con esta oferta. El futuro como siempre nos traerá mucha novedades.” Por tanto no queda muy claro.

¿Por qué otras marcas no han desarrollado motores híbridos enchufables diésel?

Como habrás leído en este reportaje, tres marcas y todas ellas del segmento premium son las únicas que han apostado por las mecánicas híbridas enchufables diésel. Ya es conocido que el desarrollo de un motor movido por gasóleo ha sido siempre más costoso que uno de gasolina y eso puede ser la primera razón por la que abortar la idea.

Luego está el hecho de que la adaptación del motor diésel para trabajar con el eléctrico es más complicada técnicamente, siendo otro hecho que termina por encarecer un producto que de partida ya lo era por lo explicado en el párrafo anterior.

Y la puntilla podemos decir que se la ha dado la subida del precio del propio carburante. Desde hace años su producción está disminuyendo a nivel mundial y eso ha terminado por afectar al coste que ha ascendido por encima de la gasolina, algo inédito. Aún así, durante este año se han vendido de segunda mano más de 1.400 unidades en nuestro país.

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