Es posible que estés dudando en la compra de un coche, si optar por una versión con etiqueta “C” o por una “ECO”. Esperamos ayudarte a decidir con estas claves.

Resumiendo mucho, un coche con etiqueta “C” puede ser gasolina o diésel y no tiene ningún tipo de hibridación. Uno con etiqueta “ECO”, a día de hoy, puede ser gasolina y diésel y tener motor eléctrico. Por ejemplo, puedes leer acerca de SUV diésel con etiqueta "ECO". También, puede ser gasolina y gas, tanto GLP como GNC, como puedes ver en nuestro artículo sobre los coches con gas de venta en España.
En la actualidad, la conciencia sobre el medio ambiente y la eficiencia en el consumo de combustible están en constante crecimiento. Los gobiernos y las instituciones de todo el mundo están adoptando medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover una movilidad más sostenible.
En este contexto, las etiquetas "ECO" y "C" se han convertido en una parte fundamental del paisaje automovilístico, indicando el nivel de eficiencia y respeto ambiental de un vehículo. Hay pocas marcas que no tengan algún coche con etiqueta "ECO". Dos ejemplos pueden ser el Subaru Impreza Eco Hybrid o el más reciente Peugeot 3008 Hybrid. En este artículo, exploraremos las ventajas e inconvenientes de los coches con etiqueta "ECO" y "C".
Sin duda, la elección entre uno u otro dependerá de las necesidades del conductor, el presupuesto y las consideraciones ambientales. A medida que la tecnología avanza y las opciones en el mercado siguen evolucionando, es probable que la balanza entre estos dos tipos de vehículos continúe cambiando y, raro sería, que no se incline aún más hacia los “ECO”.

Etiqueta "ECO": ventajas
- Emisiones de CO2 y contaminantes locales: Los vehículos con etiqueta "C" tienden a tener emisiones de CO2 más altas en comparación con los vehículos eléctricos "ECO" y pueden contribuir a la contaminación local del aire en áreas urbanas.
- Costes de combustible: A largo plazo, el costo de operación de un vehículo "C" puede ser más alto debido al gasto continuo en combustible, especialmente si los precios del petróleo aumentan.
- Mayor dependencia de los combustibles fósiles: Los vehículos con etiqueta "C" mantienen la dependencia de los combustibles fósiles, lo que puede ser problemático en un contexto de cambio climático y agotamiento de recursos naturales.
- Incentivos fiscales limitados: En algunos lugares, los vehículos con etiqueta "C" no disfrutan de los mismos incentivos fiscales que los vehículos "ECO", lo que puede hacer que su compra sea menos atractiva desde el punto de vista económico.
- Restricciones de acceso: En algunas ciudades, los vehículos con etiqueta "C" pueden enfrentar restricciones de acceso a zonas urbanas con alta congestión o problemas de calidad del aire.
Etiqueta "ECO": inconvenientes
- Coste inicial: Los autos "ECO" tienden a tener un costo inicial más alto que sus contrapartes convencionales debido a la tecnología adicional necesaria para reducir las emisiones y mejorar la eficiencia.
- Autonomía limitada: Los vehículos con etiqueta "ECO" tienen una autonomía limitada en su batería, tanto que no suelen poder mover el coche por sí mismas. Son un apoyo al motor de combustión y funcionan como generador para las funciones del coche cuando el motor de combustión se apaga en determinadas situaciones de ahorro de combustible.

Etiqueta "C": ventajas
- Mayor autonomía: Los vehículos con etiqueta "C" suelen ofrecer una mayor autonomía en comparación con los vehículos eléctricos "ECO". Es muy probable que el depósito de combustible tenga menor tamaño en un coche con etiqueta “ECO” porque se lo haya cedido a las baterías.
- Coste inicial más bajo: En general, los vehículos con etiqueta "C" tienden a tener un coste inicial más bajo que los vehículos eléctricos "ECO", lo que los hace más accesibles para un público más amplio.
- Variedad de opciones: Los vehículos con etiqueta "C" ofrecen una amplia variedad de opciones en términos de versiones y, sobre todo, en lo que a combinación de caja de cambios manuales o tracción a las cuatro rueda se refiere. Los coches con etiqueta “ECO” suelen ser automáticos y con tracción delantera.

Etiqueta "C": inconvenientes
- Emisiones de CO2 y contaminantes locales: Los vehículos con etiqueta "C" tienden a tener emisiones de CO2 más altas en comparación con los vehículos eléctricos "ECO" y pueden contribuir a la contaminación local del aire en áreas urbanas.
- Costes de combustible: A largo plazo, el costo de operación de un vehículo "C" puede ser más alto debido al gasto continuo en combustible, especialmente si los precios del petróleo aumentan.
- Mayor dependencia de los combustibles fósiles: Los vehículos con etiqueta "C" mantienen la dependencia de los combustibles fósiles, lo que puede ser problemático en un contexto de cambio climático y agotamiento de recursos naturales.
- Incentivos fiscales limitados: En algunos lugares, los vehículos con etiqueta "C" no disfrutan de los mismos incentivos fiscales que los vehículos "ECO", lo que puede hacer que su compra sea menos atractiva desde el punto de vista económico.
- Restricciones de acceso: En algunas ciudades, los vehículos con etiqueta "C" pueden enfrentar restricciones de acceso a zonas urbanas con alta congestión o problemas de calidad del aire.
En qué son iguales
- Amplia disponibilidad de combustibles: Los coches con etiqueta "C" funcionan con combustibles convencionales, como gasolina o diésel, que están ampliamente disponibles en todo el mundo.
- Flexibilidad de repostaje: El repostaje de combustible es rápido y generalmente se realiza en estaciones de servicio que son fácilmente accesibles, lo que elimina la necesidad de esperar tiempos de recarga prolongados.
- Misma dependencia de los combustibles fósiles: al combinar motores de combustión con uno eléctrico, siempre van a necesitar del combustible para moverse. No se pueden mover únicamente con motor eléctrico.
Como hemos visto, hay ventajas en inconvenientes en ambos “bandos”, pero aunque solo sea por la facilidad para acceder a la urbe, y, sobre todo de aparcamiento en ella, alguna posible ventaja fiscal y, más que nada, el valor del coche a futuro en la reventa, diríamos que, a potencia similar y necesidades “normales”, te conviene abordar la compra de un coche con etiqueta “ECO”, asumiendo que sea un poco más caro.
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