Se trata de un coche de competición con un alto rendimiento que utiliza las ventajas de un sistema híbrido en materia de sostenibilidad.

De vez en cuando, quizás menos de lo que desearíamos, a los departamentos de competición se los da rienda suelta para realizar auténticas bestias sobre cuatro ruedas. He aquí el último ejemplo, el Honda CR-V Hybrid Racer que está preparado para empezar a competir lo antes posible. Vamos a conocer un poco más sobre él.
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Según nos cuentan nuestros compañeros de prensa de Honda, todo empezó durante la pandemia en 2020. Por aquel entonces, como todas las actividades, los departamentos de competición se quedaron “parados” ante la falta de actividad que había en los circuitos. Entonces en ese momento surgió la idea de hacer un vehículo de competición, pero con un sistema híbrido.

El punto de partida fue tomar la última generación del Honda CR-V, que no ha llegado todavía a nuestro país pero que sí se comercializa en Estados Unidos y Japón, para tomarla como imagen. En el modelo de competición podemos apreciar tanto sus faros delanteros como traseros, así como la parrilla. Y creo que podemos decir que ya.
A partir de aquí los diseñadores del Honda Performance Development (HPD), la división deportiva que se encarga de preparar los coches de carreras, empezaron a añadir unos grandes difusores tanto en la parte delantera como trasera, voluminosos pasos de rueda, entradas de aire laterales y un alerón posterior que sería digno de un coche que realice la subida al Pikes Peak.

Otro detalle que llama mucho la atención de este Honda CR-V Hybrid Racer es la apertura de sus puertas. Como en la competición las laterales van hacia arriba, mientras que se habilita una en la zona trasera que permite acceder al sistema híbrido del vehículo. Una compleja unidad de potencia que alcanza una potencia máxima de 600 CV y que cuenta con supercondensadores de la marca Skeleton.
No faltará tampoco en este Honda CR-V Hybrid Racer un chasis de fibra de carbono, un sistema de tracción total capaz de repartir de forma equitativa la fuerza entre las cuatro ruedas, un sistema de frenos de alta resistencia o un sistema de telemetría para controlar en todo momento el rendimiento del vehículo.

La idea de Honda con esta pequeña bestia es pasearla durante el año por numerosas carreras y circuitos. Ya hizo su debut el 3 de marzo en las NTT Indycar Series, mientras que este fin de semana pasará por el Acura Grand Prix of Long Beach. Así hasta llegar al Firestone Grand Prix de Monterrey el 8 de septiembre.
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